Opinión

Cambiar de opinión

En la entrevista que le hizo Pablo Motos al señor Alberto Núñez Feijóo en El Hormiguero, el futurible presidente de España preguntado sobre la eutanasia afirmó con rotundidad que estaba en contra porque, según él, el paciente enfermo que libremente elige esa opción “podría cambiar de opinión en cualquier momento”.

¡Bingo! No lo habíamos visto así.

Don Alberto quizá no reparó, pienso yo, en que ese hombre o mujer que quiere poner fin a su sufrimiento ya había cambiado de opinión antes, en concreto había cambiado su opinión de no querer morir a querer morir. Que se lo pregunten a Ramón Sampedro. 

Si la posibilidad de cambiar de opinión anulara el derecho a lo que podemos, queremos o deseamos hacer tal vez no existiéramos ni el señor Feijóo, ni yo

Tal vez a algunos les parezca que trato aquí un asunto muy serio de coña. Pero no. Todos cambiamos de opinión constantemente. Y si la posibilidad de cambiar de opinión anulara el derecho a lo que podemos, queremos o deseamos hacer tal vez no existiéramos ni el señor Feijóo, ni yo, ni nadie, y entonces nuestras opinones serían inútiles.

Pero este artículo no trata de la eutanasia, ni del aborto, ni de la ley trans, ni de los derechos LGTBI, ni de la explotación de los acuíferos de Doñana, ni de las lenguas autonómicas, ni de los inmigrantes, ni de la Unión Europea, ni de la educación sexual en los colegios, cosas todas en las que es lógico cambiar de opinión. No. Este es un artículo de opinión y trata sobre la opinión. Sin más.

A lo largo de mi vida en las pequeñas y cenagosas aguas que me corresponden en el terreno político como a cualquier ciudadano yo le he votado al PC, a la UCD, al PSOE de Tierno, al PSOE de Felipe, a IU, a Podemos, e incluso le voté una vez al PP (lo confieso) y otra al Pacma. O sea que he cambiado de opinión docenas de veces. ¿Es que eso anula el valor de mi opinión? Creo que no. Más bien creo que según Feijóo cambiar de opinión es un problema solo si el cambio de opinión no coincide con su opinión. Al menos en vista de esas declaraciones suyas.

He cambiado de opinión docenas de veces. ¿Es que eso anula el valor de mi opinión? Creo que no

En ese mismo programa tan edulcorado como una milhoja rebosante de nata Mr. Feijóo que a veces parece Mr. Proper también aseguró con igual contundencia, él siempre habla en mayúsculas y pronto se pasará al plural mayestático, que su vicepresidenta si tuviera que nombrarla sería una mujer, aunque no ha querido decir el nombre de la ínclita. 

Yo creo que esa mujer, casi seguro que va a ser Santiago Abascal. Es una opinión. No todas las opiniones son buenas, acertadas o respetables, pero esta es la mía. Y si a usted no le gusta no se preocupe... tengo otras.

La escritora neoyorquina Grace Paley escribió un libro de cuentos en los sesenta que yo leí en los ochenta y tenía un título genial: “Enormes cambios en el último minuto”. Creo que ese título le viene como anillo al dedo al señor Feijóo. 

Es una opinión.

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