Opinión

Fumar o no fumar

El gobierno británico ha prohibido fumar en los coches que transporten niños. La medida parece adecuada ya que resulta abusivo obligar a un niño (o a un adulto) a soportar el humo del tabaco. To smoke or not to smoke.

Soy fumador y hace años que dejé de fumar en espacios reducidos por sentido común. No fumo en el coche ni cuando voy solo. Tampoco en un dormitorio, ni en un portal por amplio que sea o en sitios similares. De hecho no recuerdo fumar en un coche desde que tenía diecinueve años y de eso han pasado ya más de... vale, no voy a decirlo para que no me pillen ustedes la edad real.

La noticia me suscita una reflexión. Es esta: ¿Puede un padre gritarle a su hijo por el retrovisor, un niño que está en el asiento de atrás enfundado en la sillita con su cinturón de seguridad, lo que quiera sin que el gobierno tome medidas o intervenga? Por ejemplo "¡he dicho que te calles, coño, o vas a llevar!". ¿Sí o no? ¿Hasta que punto la medicina ha logrado definir la diferencia entre el daño que causa la inhalación del humo del tabaco o la inhalación de idioteces, o la inhalación auditiva de gritos y abusos verbales? Son más habituales que el tabaco y los niños se los tragan con toda naturalidad. ¿Se sabe qué es peor? Creo que no.

El otro día pillaron a un tipo en Bergondo que conducía mientras leía. O leía mientras conducía, no se sabe. Me recordó la anécdota del fraile fumador al que sus superiores prohibieron fumar mientras rezaba, con lo que el clérigo optó por... rezar mientras fumaba. En cualquier caso es mejor leer que fumar, sea conduciendo o sentado en el sofá de casa.

Soy de la generación de los 60 (ya estoy metiendo la pata otra vez con el tema de la edad) y mi padre no fumaba en el coche salvo en verano con las ventanillas abiertas, para no llenarnos de humo a los niños, a mi madre o a cualquier otro acompañante. Es de sentido común. No tiene nada que ver con ninguna ley.

El tabaco es malísimo. Acerca de eso ya no tenemos dudas. A mí me encantaría dejar de fumar pero no lo consigo.

Cuando yo era crío nuestros padres nos hacían limpiar a los niños los parabrisas del coche con tabaco húmedo (es genial para quitar la grasa de un cristal), rompiendo cigarrillos y extendiendo el tabaco por la superficie del parabrisas, y frotándolo después con papeles de periódico húmedos antes de baldearlo todo con agua limpia. El tabaco además servía para eso.

No me parece mal la medida inglesa, pero también sospecho que empezamos a necesitar que nos froten algo de tabaco por las neuronas y nos las refresquen después con un chorro de agua limpia. Agua pura, reparadora, transparente como un diamante que hubiera nacido en las profundidades de la tierra.

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