Opinión

Monedero

Bolsa, saquillo u objeto pequeño de otra forma en cuyo interior se lleva dinero en metálico."

Esto que he puesto en las líneas de arriba es la primera acepción de la palabra "monedero" según el Diccionario de la Lengua Española de la RAE. Una variante también del mismo diccionario, "monedero falso", se define como "persona que acuña moneda falsa o subrepticia, o le da curso a sabiendas."

Mejor apellido no podía tener este hombre, la verdad. Siempre pensé que fue una suerte para Pablo Iglesias que cuando surgió Podemos, Monedero se quedara en casa, en la sombra... pensando quizás o dedicándose a sus cosas. Esto también es lógico pues los monederos siempre están escondidos en la oscuridad del fondo de un bolsillo, y solo ocasionalmente salen a la luz. 

Porque si Monedero hubiera saltado a la palestra pública en aquel principio fulgurante del movimiento 15M, y quiero decir como un político, sospecho que Podemos no habría salido ni de debajo de las piedras de la Puerta del Sol, para decepción de todos aquellos ilusionados que hicieron posible ese partido. 

Y esta reflexión mía no es consecuencia de la monumental, repulsiva e insultante estupidez que ha soltado este hombre el otro día por su boca, sino que es una reflexión producto de mis años trabajando en asuntos que tuvieron que ver con la comunicación, con la publicidad, con la venta de un producto, con la imagen pública de una marca o de una persona. Muchos amigos que tengo podrían confirmarles a ustedes que esta idea mía no es de ahora, y que ya la expresé desde el principio de Podemos (partido al que voté en sus inicios): "Ese hombre es mejor que se mantenga al margen." 

Porque yo pensaba o tenía la certeza digamos ya entonces, desde mi humilde opinión, de que con su cara, con su físico, con sus ideas, con su gestualidad, con su fotogenia, y con su expresión verbal, dicho individuo solo podría contribuir al hundimiento del proyecto.

Según él alguien que gana novecientos euros al mes (y no olviden que él se llama monedero), y vota a Isabel Díaz Ayuso es gilipollas. ¡Cuidado y atención!, eso es lo que ha dicho. Fíjense. En esa frase el nombre Isabel Díaz Ayuso podríamos intercambiarlo por cualquier otro nombre: Ángel Gabilondo, Pablo Iglesias, Rocío Monasterio, Edmundo Bal o Cristina García... y la frase seguiría siendo exactamente la misma.

A mi juicio entre esos cinco nombres hay gilipollas, pero me guardaré para mí los que creo que lo son. Donde seguro que no hay gilipollas es entre los currantes que cobran novecientos euros al mes, hayan votado a quien dios les dio a entender. Pero el señor Monedero simplemente llama gilipollas a los que no piensan como él, lo que no dice mucho a favor de su capacidad intelectual o analítica. Fin.

Seguro que muchos de mis lectores ya habrán adivinado que este artículo forma parte de mi famosísima serie "Personajes Ilustres y deleznables de España".

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