Opinión

Pezsetos, dinosetos y lo que seasetos

El alcalde de mi ciudad ¿o debiera decir la ciudad en la que vivo?, Abel Caballero, ha decidido cambiar de lugar una escultura espantosa pero emblemática que preside el inicio de la Gran Vía. Los "Rederos" de Ramón Conde, gran escultor ourensano. O vigués, no sé, casi todos los vigueses somos ourensanos. Bueno, he dicho espantosa pero no porque no me guste la escultura, al contrario, me gusta mucho, lo de espantosa era solo una expresión retórica típica de articulista para captar la atención de los lectores.

Que me perdone el artista.El alcalde de mi ciudad ¿o debiera decir la ciudad en la que vivo?, Abel Caballero, se define a sí mismo en la Wiki como economista, no dudo que lo sea, y escritor. Mmmh, lo de escritor me parece más discutible. Cualquiera que escriba, yo mismo por ejemplo, es escritor. Los libros publicados de don Abel, no voy a poner los títulos aquí, que se haga la promoción él, son infumables. Ni se les ocurra echarles un vistazo. Sigo.

El alcalde de mi ciudad ¿o debiera decir la ciudad en la que vivo?, Abel Caballero, aunque no lo diga en la Wiki es también diseñador gráfico, de interiores, arquitecto, comisario artístico, botánico y no sé si monje. Supongo que solo le falta ser monje. Quizá lo sea. Seguro que canta maitines todos los días antes de desayunar. Puedo imaginármelo. 
El alcalde de mi ciudad ¿o debiera decir la ciudad en la que vivo?, Abel Caballero, habla como si todo lo hiciera él: "YO voy a reformar el estadio del Celta"; "YO estoy negociando con los alcaldes del cinturón metropolitano"; "YO he puesto equis millones de euros para no sé qué"; y así. Él siempre habla en singular mayestático como aquel personaje de Pedro Almodóvar, Patty Diphusa, YO, YO, y YO.

El alcalde de mi ciudad ¿o debiera decir la ciudad en la que vivo?, Abel Caballero, quiere ser artista así que ha decidido a) liquidar el MARCO (Museo de Arte Contemporáneo); b) plantar sus obras por toda su ciudad que ya digo no parece la mía: dinosetos, pezsetos, barcosetos, etc. O sea que el hombre es como Damien Hirst, pero en peor; c) ¡Y ah!, lo de botánico venía a cuento porque hace años taló todos los preciosos liquidámbares de mi calle para plantar en su lugar unos miserables arbolillos sin gracia.

Los artistas son así. Siempre a la contra. Nadie los entiende. Eso sí, de paso don Abel renovó el suelo de la calle, cosa que muchos vecinos le agradecieron ya que antes no hacían más que tropezar con los cascotes. Sic transit gloria mundi. Yo lo que querría es que los ascensores y escaleras mecánicas que van desde la calle Pizarro hasta el parque de Mercadona funcionaran de una puta vez. Los dinosetos me sobran.
El alcalde de mi ciudad ¿o debiera decir la ciudad en la que vivo?, Abel Caballero, no sé qué más.

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