Opinión

Presas para la vida, de Rodicio, e interiores de Francesch

El CCMV, esto es Centro Cultural Marcos Valcárcel, presenta en sus salas 0 y 1 las dos muestras de esta entrega semanal de arte y cultura. En aquella está Presas, la Fuerza domesticadora de lo Grande, subtítulo tomado del I Ching, antiquísimo libro que tanto gusta a Antón Rodicio (Cerreda, Nogueira de Ramuín, 1960), docente en la USC donde alecciona desde la cátedra de álgebra. Como escritor ha publicado, entre otros Ribeira Sacra, 2014, y dos poemarios, y ha expuesto Luces y silencios de la Compostela mística en 2016, de fotografía, espacios urbanos, siendo ahora emplazamientos fluviales. Trae doce, cual segmentos de círculo, una cosmovisión. Eume y Eiras, Chandrexa y Sta. Eulalia, Prada, Bao, Montefurado, Portas y Belesar, Sto. Estevo, Albarellos y S. Sebastián. Están, desde aquella, en el río de su nombre, al Oitaven y Avia, Miño y Sil, principalmente, más también en el Navea, Xares, Camba y Bibei. Presas todas entre la década de los cuarenta y finales de los años setenta, pantanos, en lenguaje coloquial, realizados en su mayoría durante los tiempos del general Francisco Franco en la jefatura del Estado. Me subyuga este ingenio humano, sólido muro tendido cual cortina entre verdes bocarribeiras, que me evoca la poesía de la instalación efímera del Land Art de Christo y Jeanne-Claude que colocaron en el valle Curtain, Colorado/EE. UU. entre 1970-1972: 400 m. de tela de brillante color, ingeniería y visión. Más en la elección del profesor Rodicio es expresión de técnica, un sentir la belleza del territorio, con el agua potable de fondo, tan finita, tan necesaria... Viejo estanque/ rana se zambulle/ sonido del agua, que diría Basho. Pues de hacer sentir es lo que va el arte, señala Antón, quien nos la descubre en las presas.

Interiores en la sala 1

Héctor Francesch (A Coruña, 1977) lleva en el arte veinticinco años con numerosas muestras, más es ahora y aquí donde hace su primera gran exposición, que la sala tiene espacio dabondo, y trae una obra, con variaciones, más de sesenta. Ha afirmado el autodidacta y versátil artista de raíces catalanas que su inspiración inicial de adolescente fue Luís Seoane, para ir expresándose en su caminar con el diseño textil, serigrafía e ilustración, e impartiendo además clases en la Fundación del Centro Internacional de la Estampa Contemporánea de Betanzos. En paralelo ha firmado el cartel de fiestas Mª Pita 2021 y hecho diversas exposiciones en Moret Art, galería con la que acude a la feria madrileña de Arte Contemporáneo. También ha hecho destacados proyectos de efímeras instalaciones. Este de aquí es un trabajo muy de diseñador, consiguiendo con una paleta de colores planos, desde lápices de color y acrílicos, una iconografía de aire pop-naïf, simple y alegre, de formas recortadas. Son, todos, dibujos lúdicos de entornos cotidianos que quieren ser bodegones contemporáneos desde un dominante carácter de ilustración gráfica. Fuera del marco de la pared, añade en el centro de la sala, sobre pedestales, pequeños formatos metálicos, estructuras planas de acero negro con corte laser, bidimensionales y pintadas, en un vistoso juego de instalación decorativo-escultórico en diálogo formal con las otras. Está comisariada por Matilde Rodríguez, quien le ayuda a desplegar en sala este reciente caminar creativo del último quinquenio. 

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