Feira de Parga (Guitiriz, Lugo), domingo pasado. Faltan minutos para las once de la mañana. Un cincuentón reparte propaganda con el lema del PPdeG, “a Galicia que funciona”, a todo el que cruza el paso a nivel. “Conselleiro, que aquí non hai pélets”, bromea un conductor atento e informado que en ese momento atraviesa la vía del tren. Alfonso Villares, conselleiro do Mar, dedica la mañana a otras artes de pesca en un caladero socialista. Sonríe sin importarle la carga de la chanza mientras introduce la cabeza en el vehículo para saludar a los pasajeros. Es un ejemplo de la maquinaria popular en las elecciones gallegas, incomprensible para la polítología de la Castellana, implacable a puerta fría en el rural.
La nacionalista Ana Pontón y el socialista José Ramón Gómez Besteiro muestran ante 340.000 telespectadores que podrían gobernar a cuatro manos
Miércoles pasado, el popular Alfonso Rueda decide ausentarse del debate en TVE, permitiendo a la nacionalista Ana Pontón y al socialista José Ramón Gómez Besteiro mostrar ante 340.000 telespectadores que podrían gobernar a cuatro manos como llevan ensayando en concellos y diputaciones tras el aprendizaje del bipartito.
La campaña de Ana Pontón ha sido impecable
“Agora” es el lema del BNG y el momento para que una mujer ocupe por primera vez la presidenta de la Xunta. La campaña de Ana Pontón ha sido impecable. Hasta el histórico Xosé Manuel Beiras decidió volver a casa. A la planta del candidato Besteiro y a su tono amigable le ha faltado tiempo para el rodaje. Asegura que “desta vai”, como dice su eslogan pero desdicen las encuestas y eso que Abel Caballero se ha comportado en Vigo como si se jugase la Alcaldía. Feijóo y sus presidentes autonómicos, Sánchez y sus ministros han metido la amnistía en campaña, un tema que no impulsa ni a Rueda ni a Besteiro por el desinterés de la peña. Esto se va a decidir en ferias como la de Parga o en la luna de Ourense.
