Sería la carrera del milenio, al menos por el morbo. Salida en Ferrol, meta en A Coruña. Ana Pontón en bicicleta, Alberto Núñez Feijóo en tren. Hagan apuestas, aunque la portavoz nacional del BNG se mostró ayer convencida de llegar antes al destino en el reto que le planteó al presidente gallego para denunciar que las cuentas del Gobierno central no contemplen partidas para mejorar un servicio ferroviario que se mueve a pedales.
Pongamos que la competición se celebre el próximo lunes a las 08,55 horas porque antes no se darían las condiciones de visibilidad requeridas para practicar ciclismo. Feijóo, si tiene suerte de que el trasbordo en Betanzos-Infesta no se alarga y Renfe cumple el horario anunciado, estaría entrando en la estación coruñesa de San Cristóbal a las 10,16 horas. Le llevaría 1 hora y 21 minutos recorrer los poco más de 50 kilómetros que separan las dos ciudades.
Al mismo tiempo habría comenzado a pedalear Ana Pontón. Si tenemos en cuenta que un ciclista aficionado mantiene una velocidad media entre 25 y 35 kilómetros por hora y damos por excelente su condición física, la política nacionalista llegaría al mismo punto nueve minutos después que el presidente gallego tras recorrer los 53 kilómetros de distancia por carretera.
Pero como las piernas son más fiables que los horarios previstos en esta línea ferroviaria como en muchas otras de Galicia, como bien saben en Lugo o en A Mariña lucense, la baza más segura para llevarse la apuesta quizá sea las dos ruedas. Como esta competición nunca se celebrará, nos quedaremos sin ver el golpe de pedal de Ana Pontón, pero resulta incuestionable que la comarca de Ferrolterra acumula muchos años de derrota.
