Opinión

Feijóo se consolida como oposición

Fue como sentarse a ver el partido terminado de tu equipo con la duda de si el colega que te cantó el resultado se ha equivocado. Alberto Núñez Feijóo se presentó a la investidura consciente de que la tenía palmada por mucho que irrumpiese en la entrada del Congreso acompañado de diputados y senadores para reforzar que ha ganado las elecciones. La escena recordó la llegada de AGE liderado por Beiras y Yolanda Díaz al Parlamento de Galicia en 2012. Queda sesión, intervenciones y no se ha votado, pero se puede concluir, con menos margen de error que los datos que se sueltan al aire, que Feijóo no tendrá que cambiar el colchón de La Moncloa, pero sí sale reforzado como líder de la oposición cuando a Pedro Sánchez le toque defender la suya, que parece amarrada como los leones en la escalinata del Congreso.

Alberto Núñez Feijóo se presentó a la investidura consciente de que la tenía palmada por mucho que irrumpiese en la entrada del Congreso acompañado de diputados y senadores para reforzar que ha ganado las elecciones.

Feijóo comenzó su discurso proclamando que no será presidente porque no le da la gana aceptar la amnistía y las condiciones del independentismo catalán. Mucho presuponer, según las intervenciones posteriores de los aludidos, pero cuando lo tienes perdido puedes prometer polvo de luna que no tendrás que subir a buscarlo. Sánchez descolocó al candidato popular al mandar al diputado Óscar Puente, exalcalde de Valladolid que fue la lista más votada pero no pudo gobernar, a darle la réplica en vez de hacerlo él o Patxi López, portavoz parlamentario. Resultó un duelo de taberna, prescindible pero ilustrativo sobre las coordenadas de la legislatura con la bancada de la derecha gritando “cobarde” a Sánchez.

12.494.575 votos del bloque progresista y soberanista menos 11.386.388 del bloque de la derecha y la ultraderecha dan 1.180.188 ciudadanos más “que no quieren que gane la investidura”

La gallega Marta Lois, portavoz de Sumar, le hizo a Feijóo la cuenta de los votos del 23-J para desmontar la salmodia del vencedor de las elecciones: 12.494.575 votos del bloque progresista y soberanista menos 11.386.388 del bloque de la derecha y la ultraderecha dan 1.180.188 ciudadanos más “que no quieren que gane la investidura”. También escuchó Feijóo la advertencia de que se le está poniendo cara de Casado hacia el final de su carrera política. Pero ni al PP le interesaría ahora que Moreno Bonilla o Isabel Díaz Ayuso, los señalados en una sucesión, suelten la caja de Andalucía y Madrid para liderar la oposición; ni Feijóo es blando en la tarea de fiscalizar al Gobierno que salga. En Galicia torturó al bipartito.

Te puede interesar