Opinión

Las formas, “arre caray”

No es el tamaño del hecho ni el volumen de la excitación en la política gallega, sino las formas y lo que podrían esconder. La ultraderecha de Vox no cuenta con representación institucional en Galicia, o para ser precisos se reduce a un concejal en el pequeño municipio ourensano de Avión, con una gran parte del censo residiendo en México, pero el eco de su arrebato en el debate estatal empieza a llegar a una tierra que a fecha de hoy entregó el poder absoluto a una fuerza de derechas como el PPdeG en la Xunta y en las principales ciudades a coaliciones de izquierdas de PSdeG y BNG, con la excepción de Vigo, en donde todas las luces apuntarán al socialista Abel Caballero esta Navidad y las tres siguientes.

Después de que Javier Ortega Smith, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, protagonizase la semana pasada el número encarándose y tirándole una botella de agua vacía a un edil de Más Madrid, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tuvo que responder ayer por una salida airada de José Luis Gestido, concejal en Cangas, al dirigirse a la teniente de alcaldesa, la socialista Iria Malvido, con malos modos para impedir que lo grabase con el móvil. Que te apunten con la cámara puede molestar a cualquiera, pero la reacción no puede ser a la manera de Ortega Smith.

Rueda no aprecia agresión en las imágenes, “si la hubiera visto, no tendría problema en reconocerlo”, sino “un intento de tapar el objetivo del móvil después de haberle advertido que no le grabase”. Como no hubo guantazo, no hay motivo para el reproche, sino una recomendación a los socialistas para que, “sobre todo en Navidad, se calmen un poco” con la crítica. Desperdició la ocasión de corregir a un cargo de su partido, pero él también tenía que responder por haber colado en su vídeo navideño del autobús una coña con Puigdemont o haber permitido el “me gusta la fruta” con el que Isabel Díaz Ayuso disfrazó el insulto a Sánchez en un puesto de carretera. José Ramón Gómez Besteiro se hizo en cambio viral con un vídeo de las tomas falsas de la felicitación navideña al ser interrumpido en plena grabación por una mujer que se confesó del PP para sacarse una foto con el candidato socialista: “Non pasa nada, arre caray”. Posó sonriente. Las formas. 

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