Opinión

Galicia vuelve a ser ejemplo

Si ha caído en esta columna, se puede inferir sin riesgo de encuesta que ya conoce los resultados de las elecciones gallegas, pero el oficio recomienda recordarlo siempre: PP (40 diputados), BNG (25), PSOE (9) y DO (1). El reparto de escaños reafirma al presidente Alfonso Rueda en su primera candidatura a la Xunta aunque pierda dos actas respecto a Núñez Feijóo en 2020, concede el premio de consolación a Ana Pontón tras una gran campaña que aumenta en seis diputados la presencia del nacionalismo en O Hórreo y descarna  al socialismo gallego, que se queda a cinco representantes de los que eran sus peores resultados.

José Ramón Gómez Besteiro puso la cara para el sopapo anunciado

“Dicen que hemos tocado suelo, pero el suelo es cero”, avisó el ourensano Pachi Vázquez antes de ceder la secretaría xeral del PSdeG por quedarse en las elecciones de 2012 en 18 escaños. José Ramón Gómez Besteiro puso la cara para el sopapo anunciado. Era “The Best”, como lo apodaron las juventudes del partido, candidato que podía presentar el PSOE, pero acabó penalizándole la falta de tiempo y haberse posicionado más en el papel de delegado del Gobierno que en el de un líder con proyecto propio desde Galicia. Ayer anunció que deja el Congreso para alistarse en la Cámara gallega, como se comprometió en campaña, quizá con la intención de preparar el siguiente asalto hasta conseguir que la fortaleza socialista en las municipales se traslade a las autonómicas. Las costaladas casi nunca se reciben con paciencia.

Los resultados son nítidos. Alfonso Rueda ya tiene las manos libres

Los resultados son nítidos. Alfonso Rueda ya tiene las manos libres para perfilar un Gobierno sin la sombra de Núñez Feijóo recorriendo San Caetano. Los dos salen ganando a su manera. El sucedido puede presumir de haber conseguido dos diputados más, pero el sucesor se sienta en la misma mesa que la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso o el andaluz Moreno Monilla. 

Vayamos un poco más lejos en el tiempo. “Hai que seguir picando pedra”, recomendó un militante del BNG a un compañero coruñés que se debatía entre la alegría por el estirón electoral y la resignación por la continuidad del PP en la Xunta. La biología juega a favor del Bloque.  El último sondeo de Metroscopia indica que su intención de voto por edad es del 40% en la franja entre 18 y 34 años mientras el PP llega al 45% en la que supera los 65 años. Con las ciudades ganando población y el rural perdiéndola, el viraje lo acabará marcando el calendario. El votante del BNG no acostumbra a cambiar de papeleta y una buena parte está en edad de alumbrar churumbeles. Ayer otro coruñés salió disparado hasta Ourense porque no se fiaba de que el tren llegase a tiempo para que su hija pudiese votar a Ana Pontón. “O carretaxe á inversa”, bromeó antes de arrancar. 

Democracia Ourensana entra en el Parlamento, aunque no puede subastar su escaño al mejor postor. Vox  sigue sin representación, Galicia vuelve a ser el ejemplo de todo el Estado.  

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