Opinión

Grita pokemon que entiendo podemos

Hay alcaldes que tienen menos cintura que la escurrida Barbie. El regidor de Vilanova de Arousa, el popular Gonzalo Durán, se agarró un cabreo macanudo durante la visita al campamento infantil de As Sinas porque interpretó que los rapaces gritaron Podemos cuando lo que entonaron como grito de camaradería fue Pokemon .

Después de aguantar la inmisericorde monserga política sobre lo chachi que había quedado la remodelación de las instalaciones y de animarlos a que predicasen las bendiciones de la zona, los mozalbetes respondieron Pokemon a un animador que los jaleaba con un megáfono. Hay vídeos de la visita en los que se aprecia perfectamente que los cativos cantan Pokemon y así se lo intentó explicar un monitor al ofuscado Gonzalo Durán, que se lo tomó como adoctrinamiento político. El alcalde, además de duro de oído, a pesar de porfiar en la infalibilidad de su pabellón auditivo con su sonara pataleta, demostró también que no se pispa de cómo está el patio político. A estas alturas de la instrucción de la jueza Pilar de Lara, cualquier responsable público debería preferir escuchar Podemos, consigna que también muchas aficiones futboleras han copiado de Obama, que Pokemon. Pero el PP continúa empeñado en ser el mejor altavoz de Pablo Iglesias y de su reciente experimento político.

¿Y qué pasa si los adolescentes hubiesen gritado Podemos con carga política? La respuesta de Durán ya la sabemos, pero un político con tacto y olfato acabaría ganándose a los futuros votantes en vez de enfurruñarse airadamente por algo que ni sucedió.

Hace unos años, el candidato socialista a una alcaldía de la Costa da Morte comprobó que la derecha tenía mucho más predicamento entre los parroquianos. Era casi ágrafo, pero hábil para conseguir votos. Con un megáfono salió a la calle principal el día de la feria y se puso a vocear: "Votádeme a mín que son o máis facha, votádeme a mín que son un nazi". No tenía pajolera idea de quién había sido Adolf Hitler ni de lo que representa el nacionalsocialismo; pero a la peña le hizo gracia la ocurrencia y acabó ganando las elecciones por una aplastante mayoría absoluta. Hay políticos que apañan votos sin querer y otros se emperran en palmarlos.

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