Opinión

Hoy no piense en el periodista sino en usted

Si el calendario no corrige esta columna, hoy es patrón de los periodistas: san Francisco de Sales. Y ayer, unos compañeros de la empresa que publica un periódico centenario como 'El Ideal Gallego'' o 'DxT Campeón', además de otros periódicos locales, van a la huelga por impagos. No se crean que la empresa editora es una cabrona que maltrata a los periodistas y los tiene sin cobrar por gusto. Cuando se llega a esta situación es porque las cuentas no salen y los responsables llevan tiempo pasándolas canutas para abonar nóminas, la distribución y la tirada. Los culpables somos todos como ciudadanos.

Hoy no piensen en el periodista ni en el empresario, sino en ustedes mismos. Cuando nos negamos a pagar algo más de un euro por un periódico porque se puede leer gratis en internet están abocando la información al fracaso. Y también a la sociedad. 

Mucha gente también argumenta que no compra el periódico porque lo puede leer gratis en el bar tomándose un café, pero el editor del periódico que tiene en sus manos y los periodistas que buscan y facilitan la información que aparece en su dispositivo móvil también desean que en el bolsillo haya pasta para poder pagar la cuenta. Y lo mismo pasa en Ourense, Madrid, Vigo, Pontevedra, Verín, Vimianzo o A Coruña. 

Imagine que usted monta un bar y todos sus colegas llegan pidiéndole que los invite a una copa bajo la amenaza de no acudir más al garito. Estaría en el dilema de cambiar de negocio o de amigos. ¿Acaso alguien se planta en una mercería de un conocido solicitando que le regalen un calcetín?

Detrás de cada línea que lee, de cada coma que ayuda a la lectura, de cada fotografía que ilustra a la información hay personas que se responsabilizan con su firma de lo que se publica y responde ante la sociedad y a veces también ante los tribunales. Y detrás de esos periodistas hay un editor que da oxígeno a la democracia. El periodismo es contar lo que los poderosos no quieren que se sepa y muchas veces resulta ingrato. 

Gracias a que hay personas que siguen con el empeño, ahora mismo están leyendo esta columna que tiene un coste económico enorme. Hoy piense en usted.

Te puede interesar