Opinión

Puertos de juguete en la tierra del mar

Resulta que se han pulido 590 millones de euros en el Puerto Exterior de A Coruña cuando a 12,5 millas estaba levantándose el de Ferrol con una inversión de 110,9 millones, y por la costa gallega pasa una gran parte del transporte marítimo de mercancías mundial sin que pueda detenerse. Los buques que navegan por los siete mares portan hasta 22.000 contenedores con materia prima y manufacturas que generan valor añadido, pero sólo pueden entrar en los puertos españoles de Barcelona, Valencia y Algeciras. A pesar del despilfarro, que incluso puede ser más elevado porque somos capaces de hacer un muelle sin accesos, los puertos de la tierra del mar son de juguete. "La entrada de grandes barcos exige agua, un dique y unas grúas. Esos buques miden 400 metros de eslora y necesitan alrededor de 12 grúas para descargar. ¿Qué puerto gallego tiene 12 grúas o puede albergar un barco así". La pregunta que se hizo el expresidente de la Xunta, Fernando González Laxe, durante unas jornadas celebradas en Santiago sobre seguridad marítima cuestiona muchas decisiones portuarias que se han tomado las últimas décadas.   

A González Laxe, que también fue presidente de Puertos del Estado en la última etapa del Gobierno de Zapatero, hay que escucharle sin distracciones cuando aborda un tema de tanta complejidad y con muchos intereses económicos en juego. Sus conocimientos son referencia en los foros internacionales. Sigue soñando con una estrategia gallega para hacer a esta tierra más competitiva, pero parece que tendremos que seguir esperando a que venga alguien de fuera a avisar de que estamos malbaratando nuestra situación geográfica: "¿Está este debate planteado en Galicia por parte de la Xunta? La respuesta es no. ¿Las autoridades portuarias están trabajando en eso y apostando por integrarse en ese tablero internacional? La respuesta es no. ¿Existe coordinación entre las autoridades portuarias gallegas entre sí para evitar una competencia a muerte o desleal entre ellas? La respuesta es no". El diagnóstico es desalentadador porque también se necesita una mayor implicación de la sociedad. "Las empresas cuando exportan de Galicia a Estados Unidos no utilizan los barcos ni los puertos gallegos. El vino sale por Bilbao, el textil entra por Algeciras". Al menos no falta mar.  

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