Opinión

Rastas en la patronal

La mañana descorría con pereza la pestaña y en la pantalla del teléfono ya parpadeaban varias llamadas perdidas con la intención de descifrar el impacto en las encuestas de la charla que el popular Alfonso Rueda estaba propinando en un periódico madrileño, de la sintonía de la nacionalista Ana Pontón con las mujeres que dirigen una explotación ganadera en Mazaricos (A Coruña) o de la reunión del socialista José Ramón Gómez Besteiro con la patronal gallega.

Los marmiteros de la política necesitan algún instante de desconexión o van a acabar consumidos por el ritmo sin pausa que ha impuesto la sucesión de campañas, con las elecciones gallegas tomadas como una suerte de revancha de las pasadas generales para populares y socialistas, cada uno con sus motivos conocidos pero con los respectivos líderes en el centro de la diana. El presidente Sánchez está de vuelta el sábado para animar el mitin de Ourense, Núñez Feijóo y Mariano Rajoy tendrán caravana paralela a Rueda en un 3x1 del PPdG porque los sondeos empiezan a decir que esta vez podrían no sobrarle votos y manos siempre hacen falta en una campaña. Y Yolanda Díaz tendrá que aplicarse a fondo o no sumará para entrar en el Parlamento.

“Lo que ha dicho el presidente de la patronal puede indicar que no ve claro el resultado”, reflexionaron en la marmita de la izquierda. Juan Manuel Vieites, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), dijo no temer un gobierno de BNG y PSOE. “Miedo a nada mientras haya un gobierno que sea estable y ponga las medidas adecuadas para que las empresas puedan competir, desarrollarse y crecer”, repitió cuando le preguntaron si también se refería a un bipartito. “Un gobierno estable es un gobierno estable, sea el que sea”. Claro que Vieites se expresó delante del candidato socialista y no iba a hacerle el feo de pedir el voto para la derecha, pero en estos años ha cambiado la sociedad el empresario no responde a clichés ajados. La hija de una colega comenzó ayer sus prácticas universitarias en una empresas textil gallega. Iba tranquila y contenta a su primer día de curro: “En la foto de perfil que tiene puesta el dueño lleva rastas, en su estado pone ‘buen rollo’ y eso me da buena vibra”, la que necesita Galicia.

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