El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tenía el propósito de convocar las elecciones gallegas en noviembre con Alberto Núñez Feijóo impulsando su candidatura desde la Moncloa. A resultado pasado hubiese sido un acierto hacerlas coincidir con las generales de julio como se planteó por los números conseguidos en Galicia, pero aplazó la decisión por una cuenta ambiciosa. El gancho del presidente del Gobierno central resultaría más seductor que la compañía en el cartel de otro candidato, aunque pareciese imbatible. La inesperada resistencia de Pedro Sánchez devolvió la fecha a la casilla de salida.
Alfonso Rueda abrió el fin de semana la lata de las especulaciones al comentar en una entrevista en la Cadena Ser que si hubiese repetición electoral en el Estado en enero, “en un principio no convocaría y eso no me condicionaría, pero...”. Noviembre quedó descartado y la decisión dependerá de lo que suceda en las negociaciones de Sánchez con el independentismo de cara a la investidura, una vez que la de Feijóo parece abocada al fracaso. En los mentideros madrileños cobra fuerza la vuelta a las urnas en la primera quincena de enero. Diciembre no se contempla por el mareo de festivos.
La crítica de la oposición por la incertidumbre en el calendario electoral en Galicia es tan comprensible como cándida. PSdeG y BNG acusan a Rueda de supeditar la convocatoria a sus intereses y a los del PP. Lo llamativo sería que tomase la decisión pensando en los intereses de socialistas y nacionalistas y no en los suyos y en los de su partido.
El BNG está con la “maquinaria a punto”, según anunció el diputado Luis Bará. El PSdeG todavía no cuenta con candidato por aparcar el proceso de primarias para no entorpecer las negociaciones de Sánchez. Y la culpa no es de Rueda.
Está anunciada la participación de Sánchez en la romería que los socialistas gallegos celebrarán el domingo en Oroso. Se encontrará con un secretario xeral, Valentín González Formoso, que prefiere al diputado Gómez Besteiro en el cartel a la Xunta y la realidad de los resultados de Lugo en las generales, donde se presentó.
La alternativa podría salir del Consejo de Ministros con José Miñones. Alfonso Rueda marca la fecha, no elige adversarios.
