Opinión

“Siento el disgusto”

Conchi sólo falla a clase de pintura de los miércoles cuando le amarran la cadera a la cama del hospital. A punto de cumplir 87 años, no le importa subirse a dos autobuses cuando la hija no la puede acercar y siempre es la primera en presentarse. Ayer se retrasó. Llegó a los 20 minutos cuando las especulaciones sobre el estado del motor y el chasis la mandaban ya al desguace. “Perdonad el retraso pero me acerqué a consolar a una amiga a la que Manuel Fraga le quedaba a la izquierda. Estaba tan entusiasmada con la victoria de Feijóo y de Abascal que se siente como si hubiese perdido ella las elecciones”.

En diez meses de curso, con municipales y generales por el medio, nadie había hecho ni un comentario, ni siquiera una broma, sobre política. Este chófer de anécdotas lanzó nasas en un par de ocasiones pero regresaron sin pesca para servir en la columna. Conchi se acercó después de ponerse la bata susurrando una pregunta que le inquieta desde el domingo: “¿Tú crees que Sánchez podrá gobernar?”. Al escuchar que es lo más probable y que lo improbable es que lo pueda hacer Alberto Núñez Feijóo, ocultó la alegría con las manos. “Me encanta Pedro Sánchez”, confesó antes de sentarse con la intención de pintar unas rosas. Las sanchistas, porque la clase la forman la profe, cinco alumnas y un alumno, fueron levantando el pincel, unas porque comparten la opinión de Conchi, otras porque el discurso de la ultraderecha les recuerda tiempos que vivieron y penaron como mujeres.

Las canas regalan lecciones de convivencia. En vez de cebarse con una amiga de la que se había distanciado por sus comentarios de tertulia televisiva, Conchi acudió a consolarla con unos churros para desayunar. La derecha tiene que aprender a aceptar lo que ordenan las urnas en vez de cuestionar las instituciones cuando no tiene el poder. La vecina enfermera y su marido economista llevan desde el 2019 poniendo podre el Gobierno de Sánchez a quien quisiera escucharlo cada vez que el ascensor encendía el debate. Desde la noche del domingo esperaban chorreo, pero sólo la vecina podemita les sacó el tema cuando se los cruzó el martes: “Siento el disgusto, como dicen en La Zarza, municipio Badajoz, cuando hay que dar un pésame”. 

Te puede interesar