Opinión

La sonrisa en una Estrella

En el pueblo se decía que a los que estaban siempre sonrientes les faltaba un hervor. Sólo 'Gandula borracha', que respondía "a mi cuenta" cuando los mozos le recordaban su afición al vaso lleno mientras ordenaba que le rellenasen de coñac, tenía cierto predicamento entre las autoridades locales cuando emitía una opinión sobre la cambiante situación política y económica. Claro que había visto mucho más mundo que el resto de palurdos con los que compartía barra sin cuestionar que fuesen unos cobardes meapilas que no se atrevían a emitir un comentario sin antes ser fiscalizado por la doctrina dominante, que casi siempre salía del púlpito. Y no era el Papa Francisco, ese encantador 'ghicho', el que estaba a los mandos del chiringuito con más años en pie.

'Gandula borracha' seguramente hoy se descojonaría al saber que ayer fue el día mundial  de la sonrisa para homenajear a Harvey Ball, artista comercial y creador de la Smiley Face, el muñeco con el que emparentamos el sentimiento de felicidad. Si Gandula hubiese asistido al Foro de la Región celebrado a finales de septiembre, quizá ahora mismo estuviese levantando en la barra del Bodegón Ourensano de Vimianzo una Estrella Galicia en vez de un coñac porque hay tipos que sí vinculan el crecimiento económico a la felicidad del personal. Ignacio Rivera, consejero delegado de Hijos de Rivera, dijo delante de los popes de la provincia que si en la próxima consulta los trabajadores no aprobaban el grado de satisfacción en la empresa se quedaría sin bonus o remuneración por el trabajo de gestión realizado. Quizá a alguno de los asistentes el acojone les llegó más arriba de la cremallera del pantalón, pero el jambo tenía razón, con sus matices.

Emilio Rey, que a estas alturas de la columna se preguntarán quién es –el coño lo ponen  ustedes– le puso comas a las palabras de Rivera antes de propinarlas. "Vender cerveza es el mejor de los trabajos y no necesitas una imagen marciana para hacerlo". Él fue editor de 'La Voz de Galicia' y de 'Diario 16' y ahora vende otros productos con la consistencia de que el éxito conseguido es pasado, el futuro está por llegar y el presente sólo se afronta con una sonrisa en la boca. La ronda corre a cargo de este chófer de anécdotas, Gandula. Brindemos.  

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