Y a tenemos el ébola en la puerta de casa. Unaauxiliar de enfermería del hospital Carlos III de Madrid, gallega se supo luego, que atendió al misionero García Viejo, es la primera persona contagiada en Europa. "¿Dimitirá alguien?", le preguntaron directamente a la ministra Ana Mato durante la rueda de prensa para explicar la situación. La pregunta fue bailando de un miembro a otro del gabinete de crisis y, ante la insistencia, la ministra se limitó a destacar la coordinación de los equipos médicos de todas las administraciones para detectar el fallo sin otro tipo de distracciones. Tan sólo hemos metido el ébola en Europa, tampoco es para tanto. Dijo la ministra que tranquilos, que se están tomando las medidas necesarias... Lo de antes no iba en serio chicos, era una prueba.
¿Teníamos que haber repatriado a los misioneros? La respuesta es puñetera. Ha quedado claro que no estamos preparados para este tipo de tareas, que el protocolo de seguridad ha pinchado, pero tranquilos, dicen que todo está controlado. "La paciente ha estado de vacaciones", comentó durante la comparecencia uno de los encargados de meter la pata por la ministra. La peña se ha quedado mucho más tranquila. Sabes que los riesgos de contagio no son altos, pero si te toca las posibilidades de continuar con la partida son casi nulas. Y ahora la noticia de la enfermedad la da el reportero local. Una decisión de este calado no se puede explicar con un "estamos investigando" y sin asumir responsabilidades en un caso en el que pesaron más los criterios humanitarios que la vigilancia de la salud pública.
La cercanía del ébola marca un día en el que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia admitió a trámite una querella contra Pachi Vázquez por un delito continuado de prevaricación en la contratación de personal cuando era alcalde de O Carballiño, cargo que dejó en el año 2005. La querella presentada por la Fiscalía no llega sin tiempo y pisa la carrera por las primarias del PSdeG ourensano.
En el Parlamento gallego hoy se celebra el debate anual de política xeral. La oposición reiterará sus críticas contra la política del PP, pero Alberto Núñez Feijóo seguirá tirando de relato para decirnos que él sí tiene el debate controlado.
