Opinión

La Universidad y la pólvora

En el mes de agosto contactó Pedro Álvarez para concertar una charla en A Coruña sobre el planeta Inditex organizada por la Universidad de La Rioja para estudiantes de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Al principio chirrió a equívoco o a coña. Como en agosto andamos todos un poco estrábicos, hubo que esperar a la confirmación a primeros de septiembre para comprobar que la propuesta era en serio. 
La chapa que había que propinar no versaba sobre vino, como debería de competer a la Universidad de La Rioja, sino sobre el prodigio levantado por Amancio Ortega por mucha sombra que se le quiera hacer; y los alumnos no venían del campus coruñés ni de Galicia ni de España, sino de Lima.


Llegó el día y la hora convenida. En un salón de un céntrico hotel coruñés, 28 estudiantes y dos profesoras de la Facultad de Diseño y Gestión en Moda de la UPC se enfrentaron al 'jet lag' con corajina para asistir con más voluntad que fuerzas al coloquio programado. Horas antes, al poco tiempo de aterrizar, habían visitado las instalaciones de Inditex en el polígono de Sabón (Arteixo). 


Es paradójico. El curso de la moda se ha cambiado desde este bonito culo del mundo;  en Perú han creado una facultad para formar nuevos talentos que aporten su genio al mundo de la moda y en La Rioja son capaces de ver que el negocio de la formación no sólo consiste en sacar una hornada de buenos letrados, de excelentes contables o de precisos matemáticos, aunque nadie sobra en el conocimiento. 


La Universidad, si quiere ser, tiene que caminar pegada al tejido productivo de esta tierra en vez de inventar la pólvora. El expresidente de la Diputación de Lugo Francisco Cacharro Pardo tuvo olfato para vincular el campus que la provincia levantó con sacrificio hacia el rural y la veterinaria. En Ourense tendría que estar operativa una facultad sobre enología y en A Coruña una carrera que abordase el pujante sector de la moda. Vigo tendría que ser la primera de la clase en automoción y mar. Con la tierra en Lugo, el vino en Ourense, las cuatro ruedas y la pesca en Vigo y la confección en A Coruña podrían ser referencia mundial con Santiago ocupándose de las ramas clásicas. Pero exportamos científicos... 

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