Opinión

Del carnaval a la abstinencia

La campaña electoral que comenzamos hoy puede pasar a la historia por ser la gloriosa del carnaval o la de la abstinencia cuaresmal. Como nuestro país es a cada paso menos devoto y más amigo de las carnestolendas, me malicio que puede tener un final de sorpresas para quienes, pensando en las penitencias, el ayuno y la abstinencia, las convocaron con premeditado adelanto, por ver si pillaban a los contrarios vestidos de comparsas entre chiquita y chiquita sin mucho ánimo de mitinear y, mucho menos, acercarse a las urnas. Sin embargo la ciudadanía ya no cae fácilmente en los descuidos. Hemos arrancado con aires de carnaval, habrá mítines carnavalescos hasta el miércoles de cenizas, luego están programados tres días de penitencia y votaremos en plena cuaresma el 18-F. De momento no anuncian si se deba acudir en ayunas y en procesión acompañando a los ancianos de los asilos.

El nuevo Parlamento y el Gobierno de la Xunta se juegan en las provincias de Lugo y Ourense junto con los casi 500.000 votantes del exterior inscritos en la CERA, de los que más de 300.000 no han pisado nunca Galicia ni saben de qué va la vida, la política, la economía, la sanidad o la cultura en nuestro territorio. Una carnavalada que sufrimos estoicamente y que en las dos provincias menos pobladas puede tener una influencia decisiva. Además, conseguir un representante en ellas cuesta la mitad que en la otras dos, con lo cual perder o ganar en Lugo y Ourense lejos de ser un logro se convierte en un drama.

Los tres principales partidos juegan fuerte. La campaña más poderosa económicamente es la del PPdeG. En Génova habían dictado actuar con baja resonancia y contra Sánchez, pero se han visto obligados a cambiar el paso y no hay esquina donde un trombón demoscópico no interprete que la mayoría absoluta la tienen asegurada. Los de Rueda siguen los mismos cánones que Feijóo camino del 23-J. Hay una diferencia: a Feijóo las encuestas se las pusieron como a Fernando VII, sin embargo en la sede de Rueda los datos son inquietantes. Emulando al candidato nacional, el gallego también pregona que no pactará con nadie. ¿Acaso tiene con quién? Además el patrón anuncia que Galicia derogará el sanchismo. Segunda convocatoria para la misma asignatura pendiente. También frente a los debates Rueda ha cometido idéntico error al de su jefe. Sólo acudirá a la TVG, no irá al convocado por TVE ni a ninguna cadena de radio. Dos campañas como dos gotas de agua.

El segundo partido clasificado en la línea de salida es el BNG. A lo largo de la legislatura Ana Pontón ha consolidado su liderazgo y proyección. Ha abordado el carnaval con viento en las velas y su precampaña no ha chirriado por ninguna costura. Se ha dedicado a recolectar hijos pródigos, a poner en valor la oportunidad de ser mujer y a lanzar propuestas razonables. Y el hecho de ser la diana de las críticas del PP la fortalece y le consigue espacios en los medios.

A las huestes del PSdeG-PSOE, como consecuencia de la desaparición temporal de Gómez Besteiro por mor de las infamias judiciales, les está costando recuperar el terreno perdido. Sin embargo la proyección del candidato, con el partido apoyándole en pleno, algo que no sucedía desde las campañas de Touriño, y avalado por el Gobierno de Pedro Sánchez, va camino de recuperar el voto socialdemócrata que se quedaba en casa en las elecciones autonómicas. Puede dar la sorpresa.

Hoy ha empezado el tiempo de poner en solfa cuanto no se ha hecho, que es mucho, y de hablar claro del futuro de esta Galicia, que no es un carnaval y está cansada de abstinencias.

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