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CONCELLO La de los bajos del Concello va plena de humanidad, con gente solicitando papeleo rutinario a costa de un tiempo valioso. La digitalización debería solucionar muchas cosas.
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NADAL Aunque den varias vueltas a la Paza Mayor y persistan media tarde, no incomodan, hasta se agradecen, dan verosimilitud a la escena. Papá Noel o los Reyes siempre atienden.
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LOTERÍAS Lo de las loterías es lo más semejante al tributo voluntario, que además nos cuesta tiempo. Es una de las colas más incomprensibles, a sabiendas de las expectativas de premios.
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CORREOS La del servicio postal es la que menos reconforta. Tampoco son las de antaño, a falta de misivas y demás, la paquetería es ahora su fuerte. Las esperas siempre son tediosas.
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CHUO Cualquier cola relacionada con la salud es siempre un castigo. Aunque no son las incomprensibles de antes, a determinadas horas, se vuelven recurrentes. Somos así, mayores.
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LAS PULPEIRAS Una de las colas que más color da a las calles, y la que más se ha resentido. La subida de precio a los ocho euros les ha hecho un “lifting” muy importante, casi hasta irreconocible.
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