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Mirador de Pé do Home: Nogueira dispone de algunos de los mejores emplazamientos para contemplar estas formaciones graníticas del cuaternario. El de Pé do Home, menos salvaje que el de Vilouxe, es muy ilustrativo.
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Balcones de Madrid: Es el parque temático de los miradores, el más visitado con diferencia, también el primero en adecentarse para ello y promocionado como tal. La visión es muy amplia, y llena de detalles.
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Cabo do Mundo (O Saviñao): Pelín alejado de la ruta, dispone de una de las zonas vitivinícolas más recogidas en medio de un interesante bosque, es la foresta la que impide una visión más generosa de un paisaje ya suavizado.
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A Cividade (Sober): El más elevado y uno de los que más expectación creó con su anuncio. El diseño de Isabel Aguirre nos desplaza varios metros sobre el vacío consiguiendo una visión del Sil en toda su amplitud.
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Mirador de Santiorxo (Sober): Otro de los emplazamientos de diseño, discreto y muy elegante, sin apropiarse del entorno. Un mapa en acero corten justo en el vértice nos permite situar rápidamente los emplazamientos.
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Mirador de Amandi (Sober): Mirador discreto y casi desconocido, justo en la vertiente final de la hermosa finca de Rectoral de Amandi. Muy descriptiva la visión, casi da la impresión de juntarse ambas orillas.
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Mirador de Matacás: En Matacás se presenta el lado más salvaje de los miradores, en una zona de cresterías afiladas a las que se ha de asomar uno con mucha calma y poco vértigo. A sus pies, el embarcadero.
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Mirador do Castelo (Sober): La capilla de San Mauro enmarca una visión de la ribera más privilegiada a nivel vitivinícola de toda la Ribeira Sacra. En la parte ourensana, un bosque espectacular de robles y castaños
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Mirador do Duque: el de O Duque guarda mucha similitud con el de Matacás, justo enfrente, de similar formación geológica, destaca por afiladas cuchilas pétreas a lo largo de toda la ladera y una generosa visión.
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Mirador de A Capela
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Mirador de Pesqueira (Ferreira de Pantón): fuera de rutas y de promociones, a pie de carretera este mirador hace casi las veces de área de descanso. Fruto de su éxito es el reflejo de su abandono y falta de limpieza. Sus vistas son relax.
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Cabezoás: uno de los más recurrentes, este mirador de diseño oferta buena visión de una zona muy intrincada del Cañón del Sil. Permite visionar muy bien la curvatura que hace el río bordeando el trazado.
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