El espíritu de Samaín se apoderó de la localidad trivesa con los más pequeños disfrazados de terribles personajes por sus calles.
Este viernes, 27 de octubre, la espectacular celebración dejaba a todos con escalofríos de emoción. Organizada por el ANPA O Recreo del CEIP Manuel Bermúdez Couso y el Concello da Pobra de Trives, la Festa do Samaín se convirtió en un evento inolvidable para niños y adultos por igual.
La tarde comenzó con un "truco o trato", organizado por el Concello, lleno de diversión y caramelos, donde los pequeños exploraron los locales de la villa en busca de golosinas para llenar sus bolsas.
Pero el plato fuerte de la tarde, y el que tenía a todos esperando con ansias, era el terrorífico "Túnel do Terror" que daba comienzo a las 18,00 horas. Este laberinto del horror, meticulosamente diseñado desde hace semanas por los padres del ANPA O Recreo, desafió los nervios y la valentía de todos aquellos que se atrevieron a cruzar sus puertas.
El escenario elegido para esta experiencia de pesadilla fue, una vez más, el Centro Interpretativo de Santa Leonor, que se transformó en un macabro escenario de sorpresas terroríficas con alrededor de treinta actores locales. Niños y adultos, escoltados por padres, madres, niños y voluntarios locales que interpretaban a espeluznantes personajes, se aventuraron a través de un laberinto inspirado en una escena de crimen.
Durante este aterrador recorrido, los valientes visitantes se adentraron en un cementerio lleno de tumbas inquietantes, abordaron un barco pirata fantasma, se enfrentaron a los muertos vivientes zombis en una morgue espeluznante y se encontraron con una monja misteriosa. En la escena del crimen, un policía ficticio tomó huellas dactilares y les tomó fotos, aumentando la atmósfera de suspenso.
Después de la emocionante aventura del "Túnel do Terror", la tarde noche culminó con una merienda organizada por el Concello, donde los asistentes pudieron compartir sus historias de sustos y risas.
La Festa do Samaín en Trives demostró una vez más que tras varios años celebrándose, se ha convertido en una tradición esperada por niños y adultos en la que mezclan el miedo con la diversión.
