El monóxido de carbono originado por el fuego de una lareira se cobró la vida de un vecino de Gudín, Felisindo Dopazo Bárcenas, cuyo cadáver apareció ayer a primera hora de la mañana en su casa. Es el tercer fallecido por el mismo motivo en la provincia en las últimas dos semanas.
Un vecino de la aldea de Gudín, en Xinzo, Felisindo Dopazo Bárcenas, de 59 años, resultó muerto a consecuencia del monóxido de carbono despren dido en la lareira de su casa.
El cadáver de Dopazo fue descubierto a primera hora de la mañana por una persona que realiza las labores domésticas en la vivienda, en la que vivía el finado con su hermana, una mujer demente, que dormía en el piso de arriba y que no se percató de lo sucedido.
El cuerpo de Dopazo se hallaba carbonizado y los servicios médicos que acudieron hacia las 10 de la mañana sólo pudieron certificar su muerte. El incendio, que cubrió de humo la cocina de la vivienda, no se extendió a otras dependencias de la casa.
Fuentes vecinales estimaron que el finado pudo encender el fuego de la cocina y quedarse dormido o inconsciente por la inhalación de monóxido de carbono. Estas personas remarcaron que la temperatura registrada ayer en Gudín había caído hasta los tres grados centígrados.
Dopazo Bárcenas es el tercer fallecido en la provincia de Ourense por inhalación de monóxido de carbono por fuegos en viviendas en las últimas dos semanas. El pasado 31 de diciembre fue hallado en Señorín, en Carballiño un anciano de 89 años que pereció por las quemaduras tras encender un fuego para calentarse en el alpendre que usaba como vivienda.
En la pequeña localidad de Vilela, en el municipio de Verín, un ciudadano portugués de 49 años, Francisco Dosantos, falleció el pasado 28 de diciembre por inhalación de monóxido de carbono al quedar dormido cerca de un brasero instalado en la planta baja de una vivienda, después de las tradicionales labores de la matanza del cerdo.
El cadáver de Dopazo fue descubierto a primera hora de la mañana por una persona que realiza las labores domésticas en la vivienda, en la que vivía el finado con su hermana, una mujer demente, que dormía en el piso de arriba y que no se percató de lo sucedido.
El cuerpo de Dopazo se hallaba carbonizado y los servicios médicos que acudieron hacia las 10 de la mañana sólo pudieron certificar su muerte. El incendio, que cubrió de humo la cocina de la vivienda, no se extendió a otras dependencias de la casa.
Fuentes vecinales estimaron que el finado pudo encender el fuego de la cocina y quedarse dormido o inconsciente por la inhalación de monóxido de carbono. Estas personas remarcaron que la temperatura registrada ayer en Gudín había caído hasta los tres grados centígrados.
Dopazo Bárcenas es el tercer fallecido en la provincia de Ourense por inhalación de monóxido de carbono por fuegos en viviendas en las últimas dos semanas. El pasado 31 de diciembre fue hallado en Señorín, en Carballiño un anciano de 89 años que pereció por las quemaduras tras encender un fuego para calentarse en el alpendre que usaba como vivienda.
En la pequeña localidad de Vilela, en el municipio de Verín, un ciudadano portugués de 49 años, Francisco Dosantos, falleció el pasado 28 de diciembre por inhalación de monóxido de carbono al quedar dormido cerca de un brasero instalado en la planta baja de una vivienda, después de las tradicionales labores de la matanza del cerdo.
