La Torre del Homenaje de Vilanova dos Infantes, uno de los monumentos destacados de Celanova y la única oficina de información turística de la comarca, ha visto reducido el horario de atención al público de lunes a viernes de 8,00 a 15,30 horas. Así reza el cartel colocado en la puerta de entrada a la fortaleza medieval, por una decisión unilateral de los responsables de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (ente dependiente de la Consellería de Medio Rural que gestiona los centros comarcales de Galicia).
El pasado jueves las trabajadoras del Centro Comarcal Terra de Celanova recibían la orden de mantener el horario de apertura establecido a mediados de julio y que implica tener la oficina turística cerrada todas las tardes, los fines de semana y festivos, es decir, en los momentos donde el centro comarcal podría tener una mayor afluencia de visitantes.
Las consecuencias de esta decisión ya se han hecho notar en el burgo medieval. El año pasado, un total de 1.528 turistas visitaron la Torre del Homenaje durante los meses de julio y agosto, con 580 y 948 visitantes respectivamente. Una cifra que nada tiene que ver con los registros de este verano: 614 personas, de las cuales 264 corresponden al mes de julio y 350 a agosto.
Las instalaciones abrieron sus puertas en el año 2000, después de una intensa restauración que implicó la rehabilitación de la torre, así como de una edificación anexa donde se ubicaban las oficinas del Centro y la Fundación Comarcal (ya escindida) y un restaurante (cerrado desde mayo). Los recortes y la incertidumbre sobre su continuidad obliga en enero de este año a reducir, a su vez, el uso de la edificación (que actuaba como sede de reuniones empresariales y de exposiciones, entre otros) al de oficina turística comarcal.
Las consecuencias de esta decisión ya se han hecho notar en el burgo medieval. El año pasado, un total de 1.528 turistas visitaron la Torre del Homenaje durante los meses de julio y agosto, con 580 y 948 visitantes respectivamente. Una cifra que nada tiene que ver con los registros de este verano: 614 personas, de las cuales 264 corresponden al mes de julio y 350 a agosto.
Las instalaciones abrieron sus puertas en el año 2000, después de una intensa restauración que implicó la rehabilitación de la torre, así como de una edificación anexa donde se ubicaban las oficinas del Centro y la Fundación Comarcal (ya escindida) y un restaurante (cerrado desde mayo). Los recortes y la incertidumbre sobre su continuidad obliga en enero de este año a reducir, a su vez, el uso de la edificación (que actuaba como sede de reuniones empresariales y de exposiciones, entre otros) al de oficina turística comarcal.
