El técnico, que está superando un momento personal delicado, disfruta del presente de un equipo que el próximo curso estará en Primera autonómica
La Unión Deportiva Ourense plasmó el domingo y ante sus aficionados en O Couto su segundo ascenso consecutivo y que en breve adornará con otro título de campeón. El entrenador Antonio Dacosta disfruta del esplendoroso presente en este joven club. "Con el equipo que hay lo normal es ascender. No es cuestión del técnico, sino de los jugadores que son los que mandan dentro del campo".
Al principio costó arrancar.
Empezamos perdiendo con los equipos que ahora están arriba y se nos puso la cosa complicada porque la ambición de este equipo era lograr el ascenso y de primeras, y en tan poco tiempo, se habían perdido muchos puntos. De hecho, llegamos a estar séptimos a nueve puntos del líder, lo cual creó un clima de incertidumbre en todo el mundo pero desde luego que no en mí ya que en diciembre el equipo empezó a carburar porque teníamos una plantilla muy competitiva, para estar bien arriba
Les queda cantar el alirón.
Tal y como se había dado al principio es sin duda un premio que a falta de cinco jornadas confirmemos el ascenso. El otro día en nuestro campo ver a más de mil personas fue impresionante, una verdadera fiesta. Ahora vamos al campo del Covadonga, el equipo de mi barrio, a intentar celebrar el título de liga y si no lo logramos ahí podría ser en el próximo. Al Covadonga me unen muchos afectos porque está mi cuñado José Prado como entrenador, mi hijo Cristian jugó allí, lo mismo que Roberto Dacosta que además fue su técnico y cuando estuve enfermo siempre me apoyaron con una pancarta y eso no se puede olvidar.
Los refuerzos se notaron.
La llegada de Omar y Senén le dio un plus al equipo, que tuvo más capacidad para acelerar el juego, para llegar y desde luego fue un acierto total haberlos fichado. Además, también fue clave que Adrián se recuperara de su lesión.
Estará orgulloso por la gran temporada de su hijo, el pichichi Cristian, ¿no?
Más allá que sea su padre, soy su técnico, y desde ese cargo lo llevo entrenando desde juveniles, en Preferente, y sé que puede aportar muchísimo, sobre todo jugando en O Couto porque tiene velocidad, golpea bien el balón y da salida. Ahí están sus 30 goles.
En lo personal ha sido año muy duro para usted.
Sí, como sabéis he pasado por un momento malo de salud. Ahora estoy recuperándome y esperando que todo siga bien. Estoy agradecido a la UD Ourense por el cariño que me ha dado y mucha gente de otros equipos que me han llamado o mandado mensajes de aliento.
¿Quién será el otro equipo que les acompañará a Primera?
Al principio pensé en el Santa Teresita y el Arrabaldo, pero ahora tiene mucha ventaja el Arnoia, aunque creo que se lo van a discutir entre ellos ya que además tienen enfrentamientos directos.
¿El fútbol le está dando más alegrías o tristezas?
Más alegrías. Totalmente. Tuve la suerte de estar toda mi vida vinculado al fútbol. Desde los 16 años como profesional hasta que me retiré como jugador y después entrenando en el Pabellón, Ponte Ourense y como empleado de CD Ourense, donde hice de todo. Ahora continúo haciendo lo que me gusta aunque claro está a un nivel más aficionado con la UDO, que tiene todas las posibilidades para llegar más arriba.
Y ahora, a por el doblete.
La Copa Diputación es una espina que nos quedó clavada el año pasado cuando en semifinales con el Arnoia. Este año fueron duras las primeras eliminatorias con Covadonga y Santa Teresita, y tras ganar en la ida de cuartos al Barra de Miño ahora nos gustaría pasar a semis y luego llegar a la final.
¿Continuará al frente de este proyecto en la 2016-17?
Sí, la directiva ya me renovó hace tiempo la confianza para dar un nuevo salto de categoría, que es lo que se busca, e intentar llegar como mínimo a Tercera. Tras la desaparición del CDO el proyecto de la UDO me encantó. Además, la gente me para por la calle expresa su felicidad, se siente identificada y eso para mí es un orgullo.
