El martes comenzaba el curso de "Monitor de fútbol" y su reto es ser entrenador la próxima temporada. "Si es posible en este equipo (juvenil del CD Seixalbo)". En el que le correspondería jugar y en el que ejerce de delegado desde el principio de temporada.
Yago no se pierde un partido. Ni un entrenamiento: "Un día cayó una tormenta tremenda y me dijo Miguel (Paz, el entrenador) que no fuese, que no quería verme por allí. Fue solo ese día. Voy siempre. Es mi cometido y además me encanta". Y no hace falta hablar mucho con él para entenderlo: "El fútbol es mi pasión. Me encanta quedar con los amigos, jugar a la Play Station o cualquier otra cosa, pero el fútbol lo puede todo".
La mala fortuna lo castigó con dureza en una tarde de piscina. De eso hace dos veranos, un montón de horas en A Coruña y en Toledo y una lesión medular permanente. Un problema que lo condiciona, pero que no le impide seguir adelante con la misma ilusión. Empezando por el deporte: "Además del fútbol hago natación. Primero porque me ayuda en la rehabilitación y segundo porque me gusta. Tenía que ir un día por semana, pero voy dos".
Buen estudiante y apunta a estudioso de su deporte favorito. El fútbol le quita horas del día por devoción y de sueño por emoción. Aunque su nuevo reto pone en duda su presencia en los entrenamientos semanales: "No sé muy bien los días que tendré que ir al curso de monitor, ya me irán diciendo, pero tengo que sacarlo. Me han dicho que para ser primer entrenador es obligatorio tener el curso sacado y a ello vamos".
El club se volcó desde el primer momento con su propuesta y al curso de monitor llega el Seixalbo con todo el equipo: "Miguel va a acompañarme y también viene Álex Gallego. Un chico que jugaba conmigo y que está en el equipo sénior".
Entre sus cometidos como delegado de equipo están dar las convocatorias o las alineaciones, pero también ejerce como entrenador ayudante: "Tengo que planificar algún entrenamiento, tanto sea para jugadores de campo como para porteros. Miguel es el entrenador y es el que toma las decisiones, pero la verdad es que siempre me escucha y me deja darle mi opinión". Y añade: "Sobre todo busco información en internet. Voy buscando en muchas páginas especializadas".
Asegura llevarse "muy bien con todos los jugadores. Con algunos ya jugaba y otros vinieron al equipo porque me conocían. Somos un muy buen grupo y hay muy buen rollo. Cuando empieza el entrenamiento o el partido es momento de ponerse serios, pero es fácil hacerlo. Sinceramente creo que soy bastante blando con ellos".
Cercano, pero le gusta identificarse con un entrenador con fama de tener mano dura: "Entrenadores buenos hay muchísimos, pero a mí me gusta Mourinho". Aunque en la opinión también van los colores: "Soy del Real Madrid. Es complicado porque estamos en plena competición, pero personalmente me encantaría que volviese Mourinho al Madrid".
Su compañero de aventura en el Seixalbo es más de otra "escuela". "Miguel es de Simeone. A él le gusta lo de ir partido a partido, no le gusta anticiparse a lo que esté por venir".
Delante de la nariz está el partido ante el Arrabaldo: "Seguro que será complicado porque estamos muy parejos en la clasificación". Pero hace quiniela y tiene claro que "el futuro lo van a marcar los siguientes partidos contra el Calasancio y el Barco. Son dos equipos que vienen de Liga Gallega". Porque Yago es ambicioso. No se pone barreas. Tampoco en el fútbol: "De los 12 equipos, solo cinco se meten en la segunda fase por el ascenso. Ahora mismo estamos quintos y podemos luchar por ello".
La meta está clara y el equipo equilibrado: "Lo mejor de todo es que los jugadores tienen todos un nivel muy parecido. No hay unos que destaquen sobre los demás y eso ayuda mucho a trabajar. Somos 20 jugadores y ahora se van a sumar dos más". Y los errores localizados: "La verdad es que salimos dormidos en algunos partidos y eso no podemos permitírnoslo. Empezamos con poca intensidad y lo pagamos. No sabemos cual es el motivo y es algo que estamos analizando, pero tenemos que corregirlo. No sabemos si es un problema nuestro o un tema de actitud, pero debemos corregirlo porque empezar perdiendo es muy peligroso".
Yago sabe bien cuánto cuesta remontar, pero también que con esfuerzo e ilusión no hay rival que no se pueda derrotar. Las barreras están para tirarlas y él, con la pizarra, tiene una entre ceja y ceja. Y caerá.
