El COB compartió mantel con el Tenerife en 'Xantar', al término de un partido de claro color visitante

La cena más indigesta

Lou Roe, Sergio Anagnostou y Bermello con un afortunado ganador de la bufanda oficial del COB.
Como si fuese el tercer tiempo de cualquier partido de rugby que se precie, COB y Tenerife terminaron la noche cenando -a eso de las 23,30 de la noche- en la cercana Feria Gastronómica 'Xantar', a la cual también pudieron acceder los socios del club con su carnet correspondiente. Pues vaya gracia eso de compartir mesa con Lou Roe.
El pasaporte del ala pivot del Tenerife pone 37 años, pero el tipo salta como una pantera, corre como un gamo y termina el partido con 17 puntos y cuatro rebotes sin despeinarse. El equipo contaba seis derrotas en seis partidos, hasta que Lou aterrizó en la isla. Desde entonces, 11 victorias y nueve derrotas.

Roe tuvo problemillas de juventud durante su primera temporada en España. Ahora posee fama de cuidar su tipo, la alimentación, el entrenamiento y el descanso -no estaría mal que aleccionase sobre estas cuestiones a su compatriota en Ourense, Howell- además de cultivar su espíritu. El resultado se aprecia en la cancha, como ustedes pueden apreciar en la imagen.

También dolió, pero menos, compartir el postre con otro importante jugador rival. Sergio Pérez Anagnostou, alero que el COB puso en la rampa de despegue, tras dos temporadas -años 2001 a 2003- a buen rendimiento. Sangre griega y española en sus venas y una amplia capacidad intelectual para compaginar deporte y estudios de alto nivel. Arquitectura, nada menos. 'Aunque me faltan 13 asignaturas por aprobar, las prácticas', comentó en los vestuarios. Tal y como fue el partido de ayer, hasta podría repasar en el banquillo. O examinarse on-line.

Premios de El niño

Poco que destacar en un partido como el de ayer. Durante el descanso, el club tuvo la deferencia de mostrar en la pista al equipo cadete que no había podido asistir a la presentación oficial, desarrollada en el partido anterior. Lo mejor llegó durante el sorteo de los premios. Como suele ser habitual, el 'speaker' pidió una mano inocente para extraer las papeletas. En ese momento salió a la pista un pillo llamado Raúl. Mientras otros niños se cortan ante el micrófono, normal, a éste sólo le faltó comérselo. '¿Cómo te encuentras?' le preguntaron. 'Muy bien', contestó. '¿Qué tienes que decir al público?'. '¡Os quiero!', exclamó, con los brazos abiertos. La ovación de la noche.

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