El Pabellón terminó su temporada en la Liga Femenina 2 derrotando con más apuros de los esperados al ADBA de Avilés

Despedida con victoria

 La jugadora del Pabellón, Arantxa Mallou se lanza hacia la canasta del ADBA de Avilés. (Foto: JOSÉ PAZ)
El Pabellón despidió la Liga con ligero regusto agridulce ya que a pesar de la victoria lograda por 76-72 ante el ADBA de Avilés el equipo ourensano mostró las dos caras a las que acostumbró a sus aficionados durante la temporada.
La mejor versión del Pabellón apareció en los dos primeros periodos. Arantxa Mallou, brillante en ataque en los primeros minutos, se encargó de imprimir ritmo y baloncesto de calidad a un partido deslabazado por momentos y en el que las defensas no estuvieron especialmente acertadas. Gracias a las canastas y buenas decisiones de la santiaguesa, acompañada por uno de los puntales del equipo ourensano, Begoña Pallardó, las ourensanas fueron despegándose en el marcardor para terminar el periodo 25-15.

Las chicas entrenadas por Gonzalo González continuaron en su línea de presión a la salida de balón y correr el contraataque de forma rápida que tan buen resultado le dio en el primer periodo. A cuentagotas y aprovechando los errores de las avilesinas, las ourensanas abrieron la brecha hasta los 22 puntos a falta de dos minutos para el tiempo de descanso.Sólo la leve reacción del ADBA, animadas de forma incesante por la entrenadora Yolanda Mijares, impidió que la renta fuese superior a los 20 puntos, dejando el marcador en un espectacular 49-30 con medio partido por disputar.

Tras el descanso apareció la cara B del Pabellón. El ritmo de juego, intensidad y generosidad mostrada en los dos primeros periodos se quedó en el vestuario de las ourensanas. Pronto comenzaron las individualidades para llegar a los números, la falta de compañerismo y el desquicie de un público que mostró por primera vez y de forma contundente su desacuerdo con la forma de jugar de alguna jugadora. Con ese caldo de cultivo en la grada y sin cambios efectivos desde el banquillo para revertir la situación, el Avilés comenzó a creer en la victoria. Pamela Moral con cuatro triples y Debora Abreu con su esfuerzo y trabajo en ambos tableros se encargaron de reducir distancias hasta los seis puntos de desventaja (59-53) y darle emoción a un encuentro que parecía controlado por las locales al descanso.

La lógica de las dinámicas siguió su curso en el comienzo del último periodo. Con siete minutos por delante, las visitantes tuvieron la oportunidad de ponerse por delante en el marcador, pero dos errores consecutivos en el lanzamiento de Abreu y los triples anotados por María Álvarez rompieron definitivamente el marcador a favor del Pabellón, que controló el partido como buenamente pudo durante los tres últimos minutos dejando el resultado en un 76-72 que pone punto y final a una Liga marcada por los problemas económicos de gran parte de los equipos.

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