El derbi dejó sensaciones diferentes en ambos entrenadores. En el bando local, Javi Rey, que debutaba ante sus aficionados, se mostraba, “muy feliz y contento. Ganamos en Burgos en una semana que fue muy difícil y ahora en casa, ante nuestra afición, con la buena dinámica que tiene este equipo, volvimos a sumar otra victoria”. Hablando del partido comentó que, “tuvimos esos 15 minutos en los que apretamos y sometemos a los rivales. Nos pusimos por delante en el marcador y luego hicimos un partido muy serio, con mucho control y minimizando los puntos fuertes del Ourense CF. Apenas sufrimos ocasiones del rival, más por méritos nuestros que por deméritos del contrario”. Y terminó reconociendo que “somos un equipo que estamos en una gran inercia. Somos muy ordenados y, cuando conseguimos ponernos por delante en el marcador, es muy difícil que nos remonten. Me voy muy satisfecho del trabajo de los jugadores, ya que no es normal que con la carga de partidos que llevan en las piernas sigan respondiendo y compitiendo tan bien”.
Por su parte, Rubén Domínguez, técnico del Ourense CF, afirmó que, “creo que controlamos bastante bien al Arenteiro salvo ese arreón con cuatro saques de esquina y el gol que sufrimos al cuarto de hora. Era el momento de soportar y aguantar y no fuimos capaces de conseguirlo. En la segunda parte dimos un paso al frente, pusimos sobre el campo todo lo que teníamos ofensivamente, pero es dificil hacerles ocasiones. El equipo ha dado la cara y debemos de crecer sobre lo que hicimos bien”. En todo caso tiene muy claro que “no podemos empezar todos los partidos perdiendo en los primeros veinte minutos, ya que es darle mucha ventaja a los rivales. Tenemos que saber que o empezamos a blindar nuestra portería y dejarla a cero o va a ser muy difícil sacar los partidos adelante durante toda la competición”.
