El equipo de Luisito sucumbió en las islas ante el colista Marino para acumular seis jornadas sin triunfos y quedar con dos puntos sobre la promoción

El Ourense agotó su ventaja

El lateral Campillo pide explicaciones tras la jugada del gol del Marino, mientras los jugadores canarios celebran el tanto. (Foto: SERGIO MÉNDEZ)
El Ourense se jugará la permanencia en Segunda B en una miniliga de seis semanas.
Esos son los partidos que le quedan a una competición en la que el equipo entrenado por José Luis Míguez 'Luisito' opositó a llevar una nota muy alta y en la que va a tener que conformarse con una calificación mucho más discreta. Afrontaba el equipo ourensanista en Tenerife Sur un partido trampa: visitaba al colista del grupo, pero sólo por posición, pues aunque prácticamente descendido la dinámica del conjunto canario en la segunda vuelta es la de un equipo de la zona media. Y el envite ante el Club Deportivo Marino salió cruz, por una parte por méritos de los locales, y por otra por deméritos visitantes.

El Marino es un equipo en racha (cuatro victorias y un empate en sus últimas cinco citas como local). Sin nada que perder, pues lleva al filo del abismo desde hace meses y aún ganándolo todo hasta el final apenas llegaría hasta los 42 puntos, a todas luces insuficientes para salvar la categoría, y con una plantilla reforzada en el segundo acto, los canarios están en estado de gracia. Juegan a tumba abierta y les está saliendo bien. Ayer su descaro les brindó media docena de buenas ocasiones de gol y sólo la falta de acierto y la sensacional actuación del meta Pato impidieron que su renta fuera mayor sobre todo en la primera parte.

Enfrente estuvo un Ourense en clara dinámica opuesta. Le está faltando algo de fortuna, es verdad, pero está comenzando a mostrar que su compañera de viaje está siendo la presión al repetir los mismos males que en anteriores citas. Desacertado en ataque y mal en defensa. Sólo así se puede entender que el rival le creara tanto peligro y él le hiciera a los canarios tan poco daño.

La primera mitad fue claramente de color azul, el del equipo canario. El Ourense nunca estuvo metido en el partido, desde el principio. El primer susto, a los seis minutos, con un gol anulado a Balduino. El siguiente, en el 14, con Sandro encarando a Pato pero rematando cruzado. El local Sandro ganó siempre la partida por banda y una internada suya terminó con un centro que Chema empujó a la red para anotar el único gol del partido (1-0, minuto 25). Tuvieron dos más los locales en las botas de Chema e Iker, pero Pato comenzó su mañana magistral. Si embargo el Ourense pudo empatar en una clara acción en la que Borja Valle no llegó a definir ante Alberto.

La segunda mitad estuvo más igualada. El Ourense se metió más en el partido pero los canarios pudieron matarle a la contra varias veces. Óscar Martínez dispuso de dos inmejorables ocasiones pero la defensa y el portero locales impidieron el gol. Nueva derrota, la segunda consecutiva para un Ourense que se mete en apuros.

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