REPORTAJE

Rodri e Íker, los mejores de Primera Galicia en Ourense

El portero menos goleado, Rodri, y el Pichichi, Íker, en el campo de O Xestal.
photo_camera El portero menos goleado, Rodri, y el Pichichi, Íker, en el campo de O Xestal.

El portero del Polígono ha sido el menos goleado de la liga, mientras que el delantero del Ribadavia acabó como Pichichi


 

La liga 2023/2024 ya es historia y en ella, por números, hubo dos protagonistas que quedarán fijados en la historia de la competición, el meta industrial Rodri y el ariete Íker, cada uno destacando en su parcela. El Zamora y el Pichichi de esta campaña añaden otro dato, la séptima ocasión en la que los dos jugadores más destacados no pertenecen a equipos que ascienden de categoría.

El delantero Íker Gómez que marcó 26 goles, uno más que los 25 anotados entre 11 de sus compañeros, se convirtió en el nuevo Pichichi y siendo la primera vez, desde que se tiene registro, que lo logra un futbolista del Ribadavia: “Sinceramente, es algo muy especial y más viendo que soy un joven que juega hace tres años en el equipo de su pueblo. Nunca pensé que podía estar arriba en la tabla de goleadores”.

A lo largo de la liga estuvo ausente en tres partidos, dos por lesión y otro al cumplir ciclo de tarjetas. Al final le enseñaron nueve cartulinas amarillas, pero él se considera un chaval calmado “y esa cantidad de tarjetas no son por patadas ni nada grave, más bien por malas decisiones de los árbitros. Supongo que con los años iré madurando y cambiando”.

El ariete ribadaviense jugó un total de 2.790 minutos y repartió sus 26 tantos de forma equitativa y de los tres penaltis que le pitaron a favor a su equipo, falló uno, en casa, ante el Melias. Le anotó cinco dianas al Rúa, cuatro al Cartelle y Santa Teresita, tres al Sporting Carballiño, dos al Seixalbo y Barbadás B y los restantes al Polígono, Loñoá, Celanova, Monterrei, Maceda y Melias. No pudo perforar las porterías del Verín, Maside, Nogueira y Peroxa.

Para el Ribadavia, que volvía este año a la Primera Galicia, fue una liga bastante dura, “sobre todo en la mitad de la temporada donde tuvimos esa racha de cinco partidos sin ganar, pero supimos remontar muy bien ese bache”. 

Para Íker la llegada al banquillo de Luis “Choco” Silva obró un gran cambio. “Al final llegó en una etapa complicada para nosotros y costó unos tres partidos el poder adaptarnos. Nos dio tranquilidad, sobre todo las dos primeras victorias, y al final sales con otra confianza y en el vestuario estamos todos contentos”.

En el aspecto personal “lo que más mejoré fue el físico, ya que el año pasado, al estudiar fuera, entrenaba un día. Al volver a estar cerca de casa voy al gimnasio y entrenaba tres días. De cara al futuro seguiré en esta línea porque el fútbol es cada vez más físico, comer bien y trabajar cada día como si fuese el último”.

En cuanto a los goles marcados y por la situación del equipo “me quedo con la importancia del segundo gol que le metí al Cartelle”.  De los 12 trigoleadores de la competición, Íker logró dos hat trick, ambos en la segunda vuelta frente al Sporting Carballiño y Rúa, ambos en O Xestal.

Otra de las características del Pichichi es el saque de banda. “Es algo que descubrimos el año pasado en un partidillo y desde entonces siempre que estamos cerca del área soy el encargado”.

En cuanto al Zamora, Rodri, “habla mucho en el campo, tiene presencia, buen golpeo de balón, reflejos y va bien de arriba”.

El Zamora

El portero del Polígono Rodrigo González lograba el premio Zamora después de recibir 33 goles en 32 partidos, pasando a ser el tercer cancerbero del equipo industrial que lo consigue. “La verdad que es algo nuevo que nunca me había pasado. Es el trabajo de toda una temporada, pero básicamente por el equipo”.

Había llegado al club tras un descenso con el Vilariño. “La única posibilidad de irme era siempre que me viniera un equipo potente de Primera como así fue y al llegar al Polígono, el técnico Pablo Gil confió en mí un ciento por ciento”. Al punto de jugar un total de 2.884 minutos de lo que incluso algunos fueron como jugador de campo frente al Rúa y en la última jornada frente al Barbadás B.

Comenzó la liga sin encajar goles en las primeras cuatro jornadas y luego acabó en otros seis con la portería a cero. El equipo pasó de ser líder en un momento de liga a estar nueve encuentros seguidos sin ganar. “Sufrimos diferentes lesiones y significativas como las de Sanmiguel y Brais Feijóo, además de la marcha de algún jugador por motivos personales. Al fin de cuentas, en los partidos que teníamos que dar el callo ante rivales de la parte baja, fue donde no respondimos, pero a los de arriba les competimos y hasta les ganamos, excepto el Nogueira, que fue al único que no fuimos capaces de vencer”.

Haciendo un auto análisis, el cancerbero reconoce que ha mejorado en el aspecto de ser mucho más atrevido “y estar siempre atento al fallo de mi defensa, metido los 90 minutos y no bajar la concentración”.

De cara a la próxima campaña, Rodri reconoce que “desde el club tampoco se sabe como será la liga inter provincial, como el tema de desplazamientos con los de Vigo o si te toca jugar con el Escairón, pero está claro que el nivel va a subir y estará mucho más complicada y lógicamente Ourense va a tener que apretar muchísimo, para optar al ascenso”.

Uno de los 33 tantos encajados se lo marcó el pichichi Íker, al que el portero del Polígono calificó como un jugador súper completo. “Tiene un golpeo y un desborde brutal, sobre todo arrancando en velocidad no hay quien lo coja, pero además me pareció súper curioso que siendo delantero haga los saques de banda y sea capaz de poner el balón en el segundo palo. Es un jugador de otra categoría y los números ahí están y en un equipo de la parte baja”. 

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