En la UD Ourense vuelven a sonreír tras encadenar la segunda victoria consecutiva, aunque no exenta de sufrimiento y en los minutos finales de un partido con mejor juego del equipo de Jorge de Dios, pero en el que un error defensivo de importancia y la falta de eficacia ante la portería rival, le pudo costar dejarse al menos dos puntos más en la lucha por mantenerse en la zona de privilegio de la clasificación.
No era ni mucho menos un partido a priori sencillo para el conjunto rojillo, que lo afrontaba con la obligación de ganar y de recuperar las sensaciones positivas del inicio de temporada, aunque con mayor relevancia, como en la última salida a Betanzos, de sumar los tres puntos.
El primer tiempo controló a su antojo el partido, aunque la buena posición defensiva de la Sarriana le dificultaba materializar ese dominio en llegadas de peligro y ocasiones claras de gol. Por superioridad generó menos de las que se podía esperar, pero sí las suficientes para irse al descanso con ventaja en el marcador, aunque le faltó acierto y algo de fortuna. A diferencia del último partido en casa, de infausto recuerdo, ganó todas las batallas en medio campo, se mostró sólido en defensa y Varo fue su principal arma ofensiva, siendo protagonista en casi todas las acciones de ataque con peligro del conjunto rojillo.
Luismi a los dos minutos, Guisande pasado el primer cuarto de hora, el propio Varo en el minuto 34 y Álex Rey en el minuto 45, estos dos últimos encontrándose con el larguero es sus remates, fueron las claras opciones para irse con ventaja al descanso una UD Ourense que parecía tener controlado el partido. Y fruto de ese control encontró el gol en el inicio del segundo tiempo tras una jugada entre Álex Rey, Guisande y el remate final en área pequeña de Varo que batió a Javi Diz y ponía todo de cara para los ourensanistas.
Error defensivo
Todavía quedaba un error grave defensivo tras un ataque rojillo que dejó a Diego Rey un mano a mano con Álex Cobo al que batió con un gran remate y volvió la zozobra a las gradas y al equipo. Le tocó remar en los minutos finales, con el riesgo de varias contras de una Sarriana a la que espoleó el gol. El premio para el conjunto ourensanista llegó con algo de suerte tras un mal despeje en un córner de Javi Diz que rebotó en Labrada y se coló en la portería con el estallido de júbilo en una grada a rebosar y que animó sin cesar.
