Nicklas Bendtner, el controvertido delantero danés de 24 años, reapareció ayer en la escena internacional con una notable actuación y dos goles frente a Portugal, equipo contra el que suma seis en cinco enfrentamientos.
El delantero del Arsenal, al que en Inglaterra apodan 'Big Ben' por su envergadura, está ofreciendo en lo que va de Eurocopa una imagen muy mejorada con respecto al pobre rendimiento de sus dos últimas temporadas y más acorde con lo que apuntaba años atrás.
Tres goles en tres partidos con la sub'16 danesa convencieron de su fichaje al Arsenal, que tras tenerlo un año en las categorías inferiores lo mandó cedido al Birmingham, donde sus nueve goles fueron determinantes para el ascenso a la Premier League.
Entre 2007 y 2009, Bendtner firmó dos temporadas prometedoras con el Arsenal, alternando suplencia y titularidad, pero con la confianza del técnico, Arsene Wenger, y marcando goles importantes.
A los 18 años, ya había debutado con la selección absoluta, y tres después, se convertía en el jugador más joven en alcanzar los 25 partidos, superando por un mes el récord de Michael Laudrup.
Delantero corpulento y potente, apuntaba alto, pero empezaba a dar muestras de un ego desmesurado y de un comportamiento errático.
En el Arsenal acabó a golpes con Adebayor y tras perder la semifinal de Liga de Campeones contra el Manchester United, al día siguiente fue portada por aparecer borracho y con los pantalones caídos delante de una discoteca, lo que le valió una multa del club.
Antes de un Suecia-Dinamarca clasificatorio para el Mundial de Sudáfrica, amenazaba al sueco Zlatan Ibrahimovic con superarlo en tres años y convertirse en uno de los mejores delanteros del mundo: nada raro en un jugador que en un test de autoconfianza hecho por los psicólogos del Arsenal obtuvo un 10 en una escala de 1 a 9.
Las siguientes temporadas fueron un fiasco, perdió protagonismo, pese a hacerle tres goles al Oporto en un partido, y acabó en el banco, entre las chanzas de prensa y afición.
Su paso por Sudáfrica, adonde llegó muy mermado por una lesión, fue discretísimo.
'B-52', por la inicial de su nombre y su número en el Arsenal, saltaba a la prensa rosa por su boda con la baronesa Caroline Fleming, 12 años mayor y de la que se divorció tras tener un hijo.
El Arsenal lo cedió esta temporada al Sunderland, donde firmó 8 tantos en 28 partidos, y fue más noticia lejos de los campos.
A un par de accidentes de coche se le suman la retirada del carné por exceso de velocidad, un arresto con un compañero por reventar a patadas los retrovisores de varios vehículos y dos denuncias por agresión en hoteles, aunque los casos fueron archivados.
Bendtner también es un habitual de la prensa sensacionalista danesa por sus correrías nocturnas cuando visita Copenhague.
Pero antes de la Eurocopa, aseguró que llegaba en la forma de su vida y sus compañeros afirmaban que lo veían más maduro.
Contra Holanda mostró compromiso, y frente a Portugal celebró su partido número 50 con Dinamarca con dos goles, el segundo un cabezazo inapelable, aunque no bastaron para evitar la derrota.
Últimamente se había mantenido lejos de los problemas, pero ayer no se pudo contener al hacer el 2-2: se subió la camiseta y mostró unos calzoncillos con el nombre de una casa de apuestas, aunque él niega que hiciera publicidad y asegura que se los dio un amigo.
Tres goles en tres partidos con la sub'16 danesa convencieron de su fichaje al Arsenal, que tras tenerlo un año en las categorías inferiores lo mandó cedido al Birmingham, donde sus nueve goles fueron determinantes para el ascenso a la Premier League.
Entre 2007 y 2009, Bendtner firmó dos temporadas prometedoras con el Arsenal, alternando suplencia y titularidad, pero con la confianza del técnico, Arsene Wenger, y marcando goles importantes.
A los 18 años, ya había debutado con la selección absoluta, y tres después, se convertía en el jugador más joven en alcanzar los 25 partidos, superando por un mes el récord de Michael Laudrup.
Delantero corpulento y potente, apuntaba alto, pero empezaba a dar muestras de un ego desmesurado y de un comportamiento errático.
En el Arsenal acabó a golpes con Adebayor y tras perder la semifinal de Liga de Campeones contra el Manchester United, al día siguiente fue portada por aparecer borracho y con los pantalones caídos delante de una discoteca, lo que le valió una multa del club.
Antes de un Suecia-Dinamarca clasificatorio para el Mundial de Sudáfrica, amenazaba al sueco Zlatan Ibrahimovic con superarlo en tres años y convertirse en uno de los mejores delanteros del mundo: nada raro en un jugador que en un test de autoconfianza hecho por los psicólogos del Arsenal obtuvo un 10 en una escala de 1 a 9.
Las siguientes temporadas fueron un fiasco, perdió protagonismo, pese a hacerle tres goles al Oporto en un partido, y acabó en el banco, entre las chanzas de prensa y afición.
Su paso por Sudáfrica, adonde llegó muy mermado por una lesión, fue discretísimo.
'B-52', por la inicial de su nombre y su número en el Arsenal, saltaba a la prensa rosa por su boda con la baronesa Caroline Fleming, 12 años mayor y de la que se divorció tras tener un hijo.
El Arsenal lo cedió esta temporada al Sunderland, donde firmó 8 tantos en 28 partidos, y fue más noticia lejos de los campos.
A un par de accidentes de coche se le suman la retirada del carné por exceso de velocidad, un arresto con un compañero por reventar a patadas los retrovisores de varios vehículos y dos denuncias por agresión en hoteles, aunque los casos fueron archivados.
Bendtner también es un habitual de la prensa sensacionalista danesa por sus correrías nocturnas cuando visita Copenhague.
Pero antes de la Eurocopa, aseguró que llegaba en la forma de su vida y sus compañeros afirmaban que lo veían más maduro.
Contra Holanda mostró compromiso, y frente a Portugal celebró su partido número 50 con Dinamarca con dos goles, el segundo un cabezazo inapelable, aunque no bastaron para evitar la derrota.
Últimamente se había mantenido lejos de los problemas, pero ayer no se pudo contener al hacer el 2-2: se subió la camiseta y mostró unos calzoncillos con el nombre de una casa de apuestas, aunque él niega que hiciera publicidad y asegura que se los dio un amigo.
