La canciller alemana, Angela Merkel, abogó hoy por poner la 'economía al servicio del ciudadano', y no a la inversa, como respuesta 'responsable' a las turbulencias derivadas de la actual crisis de la deuda que, recordó, afecta a 'todas las partes del mundo', pero especialmente a Europa.
'Nuestra respuesta, de acuerdo a las raíces de nuestro partido, debe ser una economía social de mercado responsable y al servicio del ciudadano', enfatizó Merkel, en la apertura del congreso de la Unión Cristianodemócrata (CDU), la formación de preside desde 2000.
La canciller y presidenta de la CDU recordó, ante los 1.001 delegados de su formación reunidos en Leipzig (este del país), que desde esa misma ciudad se comprometió, en el congreso de 2003, estando al frente de la oposición, a hacer de Alemania 'un país líder, también en la lucha contra el desempleo'.
'Entonces, con (el ex canciller Gerhard) Schröder estábamos en la cifra récord de desempleados. Ahora estamos por debajo de los tres millones', recordó, para insistir en que bajo aquel gobierno rojiverde se superó la marca de los cinco millones de personas sin empleo.
'Dijimos entonces que Alemania puede ir a más. Y lo hemos demostrado. Somos motor económico y factor de estabilidad en Europa', afirmó.
Merkel hizo esta declaración ante los 1.001 delegados del congreso, que se abrió con un preacuerdo favorable a la línea defendida por la líder en lo relativo a uno de los puntos fuertes de la cita de Leipzig, la implantación de un salario mínimo, hasta ahora inexistente en Alemania a escala interprofesional y con únicamente algunos ejemplos en sectores determinados.
La canciller defendía una moción consistente en implantar una suerte de salario mínimo, no interprofesional, sino orientativo y contemplando las especificidades regionales y sectoriales.
Esta propuesta -que rechaza su socio de gobierno, el Partido Liberal (FDP), de por si contrario a todo amago de salario mínimo- dividía asimismo a las bases de la CDU entre quienes consideran se queda corta y quienes proponían una fórmula de mínimos.
Finalmente, en las reuniones previas del domingo con las distintas delegaciones, se perfiló un acuerdo tendente a adoptar la línea de Merkel, según anunció el secretario general, Hermann Gröhe.
El congreso de la CDU es el segundo en Leipzig con Merkel en la presidencia, tras el celebrado en 2003, donde la líder de la formación logró el espaldarazo de sus bases, dos años después de convertirse en canciller.
