Dos trabajadores del cementerio de Eibar (Gipuzkoa) fueron imputados por robar piezas dentales y anillos de oro de cadáveres enterrados, mientras hacían labores de limpieza en el camposanto, para venderlos en una tienda de compraventa de oro.
La investigación policial se inició cuando la inspección rutinaria de los libros de registro de las tiendas de 'Compro Oro' reveló que se había producido un elevado número de transacciones de piezas dentales y anillos. A partir de esta circunstancia, la pesquisa policial pudo constatar que los dos trabajadores del cementerio realizaron hasta quince ventas del metal incrustado en las piezas dentales de los muertos.
La teniente de alcalde, María José Tellería, indicó que los dientes y otros objetos de oro procedían de restos mortales no reclamados por sus familiares tras el vaciado de los nichos, una vez transcurrido el plazo preceptivo de diez e incluso más años desde su inhumación.
La teniente de alcalde, María José Tellería, indicó que los dientes y otros objetos de oro procedían de restos mortales no reclamados por sus familiares tras el vaciado de los nichos, una vez transcurrido el plazo preceptivo de diez e incluso más años desde su inhumación.
