Una mujer de 37 años falleció ayer en Málaga tras ser agredida con un hacha y un cuchillo por su ex pareja, un hombre de 41 años que tenía una orden de alejamiento en vigor y que fue detenido por la Policía minutos después del suceso. La agresión ocurrió poco antes de las 09.30 horas en una calle de la barriada malagueña de El Palo cuando la víctima, S.M.G., de nacionalidad española, regresaba de llevar a la hija de ambos al colegio, según fuentes policiales.
La mujer estaba en trámites de separación del presunto agresor, que fue retenido e increpado por varios vecinos hasta que ha llegado la Policía. El cuerpo de la víctima, que presentaba heridas en la cabeza y cuello, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para que se le practique la autopsia.
Según testigos presenciales del suceso, el supuesto agresor llevaba varios días rondando la zona donde vivía la víctima pese a que tenía una orden de alejamiento.
SIN TELEASISTENCIA
La mujer había solicitado el servicio de teleasistencia móvil para víctimas de violencia de género, que, sin embargo, le había sido denegado por considerar que el nivel de riesgo era bajo, según señaló la directora del Área de Igualdad de Oportunidades de la Mujer del Ayuntamiento malagueño, Gemma del Corral.
Del Corral informó al respecto que la petición de este servicio es gestionada por los ayuntamientos en virtud de un convenio de colaboración con el Imserso y la Federación Española de Municipios y Provincias. Sin embargo, precisó que es una comisión de seguimiento, dependiente de estas dos últimas entidades, la que decide si este recurso se concede o no, basándose en la valoración de riesgo.
Esta mujer, que estaba en trámites de separación de su ex pareja, acudió al Ayuntamiento para solicitar la teleasistencia móvil, ya que cumplía con el requisito exigido: tener en vigor una orden de protección. La petición se tramitó el 22 de julio de 2010, recibiendo la denegación el 4 de agosto.
El servicio de teleasistencia móvil, dirigido a las víctimas de violencia que tengan una orden de protección y no convivan con la persona que la sometió a maltrato, se basa en la utilización de un teléfono móvil que, ante situaciones de emergencia, permite pedir ayuda con sólo apretar un botón.
Según testigos presenciales del suceso, el supuesto agresor llevaba varios días rondando la zona donde vivía la víctima pese a que tenía una orden de alejamiento.
SIN TELEASISTENCIA
La mujer había solicitado el servicio de teleasistencia móvil para víctimas de violencia de género, que, sin embargo, le había sido denegado por considerar que el nivel de riesgo era bajo, según señaló la directora del Área de Igualdad de Oportunidades de la Mujer del Ayuntamiento malagueño, Gemma del Corral.
Del Corral informó al respecto que la petición de este servicio es gestionada por los ayuntamientos en virtud de un convenio de colaboración con el Imserso y la Federación Española de Municipios y Provincias. Sin embargo, precisó que es una comisión de seguimiento, dependiente de estas dos últimas entidades, la que decide si este recurso se concede o no, basándose en la valoración de riesgo.
Esta mujer, que estaba en trámites de separación de su ex pareja, acudió al Ayuntamiento para solicitar la teleasistencia móvil, ya que cumplía con el requisito exigido: tener en vigor una orden de protección. La petición se tramitó el 22 de julio de 2010, recibiendo la denegación el 4 de agosto.
El servicio de teleasistencia móvil, dirigido a las víctimas de violencia que tengan una orden de protección y no convivan con la persona que la sometió a maltrato, se basa en la utilización de un teléfono móvil que, ante situaciones de emergencia, permite pedir ayuda con sólo apretar un botón.
