El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que no optará a un tercer mandato en las próximas elecciones generales, pero el proceso de primarias en el PSOE para buscar candidato no se abrirá hasta después de las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo. Zapatero, que confirmó que agotará la legislatura, realizó este anuncio ante el Comité Federal del PSOE, en medio de una gran expectación, despejando la incógnita que pesaba sobre toda la familia socialista ante la incertidumbre de quién competirá con Rajoy en 2012.
'No voy a ser candidato en las próximas elecciones generales. Gracias por vuestro respeto y por vuestro afecto', fue la frase con la que comunicó a sus compañeros su decisión, la cual se esmeró en explicar detalladamente. Así, les dijo que ya hace siete años, cuando fue elegido presidente del Gobierno, pensaba que no debería permanecer más de dos legislaturas al frente del Ejecutivo, una forma de pensar que siete años después, 'no ha hecho sino afianzarse' tornándose en una 'decisión firme'.
Zapatero justificó su marcha no sólo porque entiende que es lo 'más conveniente' para el PSOE, sino también para el país, y, en lo personal, para su propia familia. También reveló al Comité Federal que en su ánimo nunca estuvo 'apurar hasta el final ni prolongar innecesariamente la especulación' sobre su candidatura y aseguró que, respecto al momento para hacer pública su decisión, había vuelto a reflexionar sobre ello en las últimas semanas, escuchando 'a unos y otros'.
RESPETAR TIEMPOS
'Seguro que no es fácil acertar, que es una cuestión opinable y habrá opiniones para todos los gustos', confesó, pero también señaló que al anunciarlo ahora puede 'poner fin a lo que se percibía como una incertidumbre' que podía acabar 'distrayendo' a los socialistas de la tarea principal de consolidar la recuperación económica y afrontar el reto electoral del 22 de mayo. Y esa tarea fue, precisamente, para la que convocó también en su discurso a todos los dirigentes y militantes del PSOE. Eso sí, les dejó claro que el proceso para las primarias, si es que se presenta más de un candidato, no debe enturbiar el trabajo para las elecciones autonómicas y locales, y por ello habrá un Comité Electoral tras esos comicios, previsiblemente el 28 de mayo, el cual pondrá en marcha todo el proceso, que culminará en verano. Respecto a su sucesor, lanzó un mensaje rotundo: 'El mecanismo del dedazo simplifica mucho las cosas, pero no es el nuestro, ni el de la mayoría de la sociedad española', remarcó, para apuntar que 'nadie podía esperar de mí una actitud distinta'.
Un año, que es el tiempo que resta para las elecciones generales, es un plazo a su entender 'razonable' para que el partido resuelva la sucesión; en cualquier caso, instó a los socialistas a respetar los tiempos y procedimientos porque si así lo hacen estarán en condiciones de ofrecer 'la mejor candidatura'. También les advirtió de que hace falta 'pleno respeto y actitud leal' con los tiempos y, si hubiera más de un candidato, con el 'ganador', para el que reclamó 'voluntad integradora'.
Tras confirmar que va a seguir cumpliendo con su responsabilidad como jefe del Ejecutivo 'hasta el último día' y de advertir de que no se puede 'pervertir' el significado de las elecciones del 22-M, concluyó con otro mensaje a las filas de su partido. 'Compañeras y compañeros, a trabajar; el Gobierno, a gobernar; los candidatos, a defender su programa, el partido a apoyar a los candidatos y las reformas. Vamos a demostrar, una vez más, quiénes somos y cómo somos'. Un largo aplauso puso punto final al discurso.
Zapatero justificó su marcha no sólo porque entiende que es lo 'más conveniente' para el PSOE, sino también para el país, y, en lo personal, para su propia familia. También reveló al Comité Federal que en su ánimo nunca estuvo 'apurar hasta el final ni prolongar innecesariamente la especulación' sobre su candidatura y aseguró que, respecto al momento para hacer pública su decisión, había vuelto a reflexionar sobre ello en las últimas semanas, escuchando 'a unos y otros'.
RESPETAR TIEMPOS
'Seguro que no es fácil acertar, que es una cuestión opinable y habrá opiniones para todos los gustos', confesó, pero también señaló que al anunciarlo ahora puede 'poner fin a lo que se percibía como una incertidumbre' que podía acabar 'distrayendo' a los socialistas de la tarea principal de consolidar la recuperación económica y afrontar el reto electoral del 22 de mayo. Y esa tarea fue, precisamente, para la que convocó también en su discurso a todos los dirigentes y militantes del PSOE. Eso sí, les dejó claro que el proceso para las primarias, si es que se presenta más de un candidato, no debe enturbiar el trabajo para las elecciones autonómicas y locales, y por ello habrá un Comité Electoral tras esos comicios, previsiblemente el 28 de mayo, el cual pondrá en marcha todo el proceso, que culminará en verano. Respecto a su sucesor, lanzó un mensaje rotundo: 'El mecanismo del dedazo simplifica mucho las cosas, pero no es el nuestro, ni el de la mayoría de la sociedad española', remarcó, para apuntar que 'nadie podía esperar de mí una actitud distinta'.
Un año, que es el tiempo que resta para las elecciones generales, es un plazo a su entender 'razonable' para que el partido resuelva la sucesión; en cualquier caso, instó a los socialistas a respetar los tiempos y procedimientos porque si así lo hacen estarán en condiciones de ofrecer 'la mejor candidatura'. También les advirtió de que hace falta 'pleno respeto y actitud leal' con los tiempos y, si hubiera más de un candidato, con el 'ganador', para el que reclamó 'voluntad integradora'.
Tras confirmar que va a seguir cumpliendo con su responsabilidad como jefe del Ejecutivo 'hasta el último día' y de advertir de que no se puede 'pervertir' el significado de las elecciones del 22-M, concluyó con otro mensaje a las filas de su partido. 'Compañeras y compañeros, a trabajar; el Gobierno, a gobernar; los candidatos, a defender su programa, el partido a apoyar a los candidatos y las reformas. Vamos a demostrar, una vez más, quiénes somos y cómo somos'. Un largo aplauso puso punto final al discurso.
