El portavoz del Grupo Parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, erigió a la formación frentista en la fuerza del bipartito que antepuso la lealtad al pacto de gobierno durante los tres años y medio que ha durado esta legislatura frente a posiciones políticas fuese quien fuese el promotor de la iniciativa.
En rueda de prensa para realizar balance de la actividad parlamentaria en este periodo, Aymerich matizó que no fue por culpa del BNG por lo que se perdió una votación en la Cámara --en relación a la presidenta del órgano, Dolores Villarino, que votó a favor de una iniciativa del PPdeG sobre pensiones.
Tampoco fue por culpa del BNG que se perdieron en comisiones votaciones que ganó el PP, aseveró el diputado nacionalista para resaltar que la formación frentista siempre antepuso el pacto de gobierno ante las posiciones políticas, tras lo que precisó que lo llevó a cabo de forma exigente.
De hecho, los nacionalistas se atribuyen también en gran medida el cumplimiento del acuerdo de los socios, de manera que Aymerich se refirió a la política agraria y forestal, a la economía productiva u otros aspectos, en los que también coincidió el coordinador del grupo, Bieito Lobeira.
CUMPLIDA ENCOMIENDA
Así, dio por cumplida la encomienda de los 13 diputados del BNG para esta legislatura, de los que aseguró que trabajaron en favor del cumplimiento del pacto marcando un perfil diferenciado del BNG en el Parlamento.
No obstante, reconoció que no se han cumplido todos los objetivos marcados, pero sin afán escapista ni de complacencia, Aymerich aseguró que si no hay un nuevo Estatuto, una nueva legislación electoral, un nuevo reglamento de la Cámara, una nueva organización territorial más allá de las provincias o una policía gallega no es porque los diputados nacionalistas no trabajasen para ello.
El portavoz del grupo destacó que los cambios en las normativas legales supusieron la cristalización de las políticas desarrolladas en los departamentos de la Xunta gestionados por el BNG, de manera que el Gobierno adelantó en su labor estas modificaciones, y puso como ejemplo la Ley de prevención de incendios o la de Servicios Sociales.
Sobre este extremo, Aymerich criticó a sus socios, sin citar ningún ámbito concreto, al afirmar que en algunos ámbitos se primaron los cambios cuantitativos frente a los cualitativos.
De cara a la próxima legislatura, el portavoz nacionalista recordó que las leyes aprobadas van a quedarse ahí para beneficio de todos los gallegos, gobierne quien gobierne, ya que el BNG no se las va a llevar para casa, y apostó por que en una próxima legislatura se impulsen medidas que el Bloque defiende y se quedaron fuera, como la creación de un instituto gallego de crédito o la regulación de las cajas de ahorro.
EPOCA MAS VIVA FRENTE A UN PARLAMENTO MAUSOLEO
Por su lado, Bieito Lobeira hizo hincapié en que se trató de la época más viva de los 27 años de historia de la Cámara autonómica y lo comparó con el anterior periodo, en que a su juicio el Parlamento se había convertido en un mausoleo, algo que a su juicio cambió con el acceso del BNG al Gobierno de la Xunta.
Así, atribuyó al Bloque los valores vinculados con la relación Gobierno-Parlamento y subrayó que el trabajo de la formación frentista, cuya labor se reflejó en la elaboración y defensa de iniciativas de impulso al gobierno de las que el 60 por ciento fueron aprobadas.
De este modo, Lobeira se mostró orgulloso del rol jugado por la formación en estos años, pese a las limitaciones políticas y reglamentarias.
Tampoco fue por culpa del BNG que se perdieron en comisiones votaciones que ganó el PP, aseveró el diputado nacionalista para resaltar que la formación frentista siempre antepuso el pacto de gobierno ante las posiciones políticas, tras lo que precisó que lo llevó a cabo de forma exigente.
De hecho, los nacionalistas se atribuyen también en gran medida el cumplimiento del acuerdo de los socios, de manera que Aymerich se refirió a la política agraria y forestal, a la economía productiva u otros aspectos, en los que también coincidió el coordinador del grupo, Bieito Lobeira.
CUMPLIDA ENCOMIENDA
Así, dio por cumplida la encomienda de los 13 diputados del BNG para esta legislatura, de los que aseguró que trabajaron en favor del cumplimiento del pacto marcando un perfil diferenciado del BNG en el Parlamento.
No obstante, reconoció que no se han cumplido todos los objetivos marcados, pero sin afán escapista ni de complacencia, Aymerich aseguró que si no hay un nuevo Estatuto, una nueva legislación electoral, un nuevo reglamento de la Cámara, una nueva organización territorial más allá de las provincias o una policía gallega no es porque los diputados nacionalistas no trabajasen para ello.
El portavoz del grupo destacó que los cambios en las normativas legales supusieron la cristalización de las políticas desarrolladas en los departamentos de la Xunta gestionados por el BNG, de manera que el Gobierno adelantó en su labor estas modificaciones, y puso como ejemplo la Ley de prevención de incendios o la de Servicios Sociales.
Sobre este extremo, Aymerich criticó a sus socios, sin citar ningún ámbito concreto, al afirmar que en algunos ámbitos se primaron los cambios cuantitativos frente a los cualitativos.
De cara a la próxima legislatura, el portavoz nacionalista recordó que las leyes aprobadas van a quedarse ahí para beneficio de todos los gallegos, gobierne quien gobierne, ya que el BNG no se las va a llevar para casa, y apostó por que en una próxima legislatura se impulsen medidas que el Bloque defiende y se quedaron fuera, como la creación de un instituto gallego de crédito o la regulación de las cajas de ahorro.
EPOCA MAS VIVA FRENTE A UN PARLAMENTO MAUSOLEO
Por su lado, Bieito Lobeira hizo hincapié en que se trató de la época más viva de los 27 años de historia de la Cámara autonómica y lo comparó con el anterior periodo, en que a su juicio el Parlamento se había convertido en un mausoleo, algo que a su juicio cambió con el acceso del BNG al Gobierno de la Xunta.
Así, atribuyó al Bloque los valores vinculados con la relación Gobierno-Parlamento y subrayó que el trabajo de la formación frentista, cuya labor se reflejó en la elaboración y defensa de iniciativas de impulso al gobierno de las que el 60 por ciento fueron aprobadas.
De este modo, Lobeira se mostró orgulloso del rol jugado por la formación en estos años, pese a las limitaciones políticas y reglamentarias.