Un simulacro de emergencia puso a prueba el operativo de plan integral de seguridad del templo

La catedral compostelana, desalojada en seis minutos

Bomberos, sanitarios y policías, durante el simulacro, en la puerta de Platerías de la catedral. (Foto: XOÁN REY)
La catedral de Santiago de Compostela organizó ayer un simulacro de emergencia a causa de una explosión eléctrica con varios falsos heridos por fracturas y uno por quemaduras y en el que se logró concluir la evacuación del templo en poco más de seis minutos. El simulacro, que forma parte del Plan integral de seguridad de la catedral, se desarrolló durante cincuenta minutos y contó con la participación de personal del templo, algunos a modo de figurantes, y agentes de Policía Nacional y local, bomberos, Protección Civil, Cruz Roja, Emergencias y Urgencias Sanitarias.
Los alrededores de la catedral, como las plazas de la Quintana y Platerías, permanecieron cortados por los agentes para permitir la llegada de las ambulancias y camiones de bomberos, y multitud de turistas, curiosos y fieles se instalaron en las inmediaciones para observar el operativo y después, muchos de ellos, acceder al templo.

El pequeño incendio provocado por una explosión eléctrica ocurre supuestamente en una misa del peregrino en verano y con 1.200 personas en el interior del templo, y el encargado de explicar a los periodistas su desarrollo fue el director de seguridad de la catedral, Ricardo Sanz, tras supervisar en todo momento el desarrollo del operativo, que comenzó a las once y media de la mañana.

Aunque se eligió la explosión de un cuadro eléctrico como factor principal del simulacro, el plan de seguridad 'afecta a muchos riesgos que tenemos dentro del templo, del archivo y del museo', precisó Sanz, quien relató que el simulacro empezó cuando en el transcurso de la celebración religiosa se registra una explosión en el cuadro eléctrico ubicado en la tribuna, donde hay gran cantidad de humo y una trabajadora resulta herida por quemaduras.

Inmediatamente se procede a la evacuación de visitantes y fieles, lo que se logra en seis minutos y medio, y treinta segundos después llegan los bomberos, un tiempo de respuesta 'muy aceptable', valoró Sanz, quien precisó que poco antes del comienzo del simulacro había 250 visitantes en la catedral, 35 personal del templo y ocho vigilantes de seguridad. Sin embargo, el falso desalojo provoca una avalancha en la que resultan 'heridas' cuatro personas, que son atendidas por el personal de Emergencias y de Cruz Roja.

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