El desalojo de habitantes del poblado de Penamoa, en A Coruña, uno de los últimos asentamiento de infraviviendas en Galicia, continuó en la mañana de ayer con el derribo de otras siete chabolas. Al igual que el pasado día 1 de marzo, cuando comenzaron los desalojos por orden judicial, un amplio dispositivo policial precedió al desahucio de estas siete familias, entre las que se cuentan hasta nueve menores.
'Me he quedado aquí hasta el último momento porque no tengo a donde ir. A los enfermos no los quieren', repetía Soledad mientras los agentes procedían a desalojar la vivienda en la que residía con su marido, enfermo. 'Dejen aquí las bombonas de oxígeno por lo menos', vociferaba al tiempo que reclamaba 'un par de días más' para irse con su hermana.
El derribo de las infraviviendas de Penamoa, una zona por la pasará la Tercera Ronda -la carretera de circunvalación de A Coruña- fue decretado por el Juzgado, después de que 20 familias decidieran no adherirse al plan municipal de inserción social impulsado por el Ayuntamiento de A Coruña desde 2007. Hasta la fecha han sido desalojadas ya ocho familias, y en las próximas semanas lo serán las restantes, hasta un total de 12.
'Somos personas, no somos perros', lamentaba otra de las afectadas por los desahucios, María Jesús Silvia, quien lleva viviendo en asentamientos chabolistas en A Coruña 28 años.
El derribo de las infraviviendas de Penamoa, una zona por la pasará la Tercera Ronda -la carretera de circunvalación de A Coruña- fue decretado por el Juzgado, después de que 20 familias decidieran no adherirse al plan municipal de inserción social impulsado por el Ayuntamiento de A Coruña desde 2007. Hasta la fecha han sido desalojadas ya ocho familias, y en las próximas semanas lo serán las restantes, hasta un total de 12.
'Somos personas, no somos perros', lamentaba otra de las afectadas por los desahucios, María Jesús Silvia, quien lleva viviendo en asentamientos chabolistas en A Coruña 28 años.
