Agentes de la Policía Local de Vigo detuvieron a un hombre de 41 años de edad que causó destrozos en varios locales comerciales, un banco, un recinto hospitalario y un aparcamiento, y que justificó su actuación porque le apetecía romper cosas a pedradas.
Según informaron fuentes policiales, los hechos ocurrieron a mediodía del sábado, cuando un ciudadano llamó a la centralita de la Policía para advertir de que un hombre estaba rompiendo varios escaparates en la zona de Pi y Margall.
Cuando la patrulla se personó en el lugar de los hechos, identificó y detuvo a J.J.A.L., a quien le intervinieron hasta seis piedras de diferentes tamaños, que portaba en las manos y en los bolsillos del pantalón, y quien les manifestó que le apetecía romper cosas a pedradas. Asimismo, el detenido informó a los agentes de que había acudido al hospital Nicolás Peña porque estaba mal de la cabeza, pero que no le hicieron ni caso.
El hombre rompió con las piedras el cristal de una pala retroexcavadora, la luna de una farmacia, y la de una tintorería, todo ello en la calle Pi y Margall. Además, también fracturó un cartel luminoso del Banco Sabadell en la Plaza de Independencia, el cristal de la garita de entrada del Hospital Nicolás Peña, y el cartel luminoso del parking del Centro Comercial Camelias.
MAS DETENIDOS
Por otra parte, la Policía Local detuvo a un joven de 17 años de edad, R.I.G.D.C., como presunto autor del robo con fuerza de un vehículo, que sustrajo ayer en la calle Padre Seixas, tras haber forzado la cerradura y haberle hecho el puente. La policía lo persiguió por la zona de As Travesas hasta interceptarlo en la Gran Vía con la Carretera Provincial, donde el menor trató de huir a pie, pero fue finalmente detenido y se le intervino un cuchillo.
También detuvo a primera hora de la mañana a un joven de 23 años de edad, I.S.I., como presunto autor de un delito contra la seguridad del tráfico, ya que fue sorprendido tras saltarse varios semáforos en rojo en la calle Coruña, y circulando a gran velocidad por la Avenida de Beiramar, hasta alcanzar velocidades de hasta 120 kilómetros por hora.
Cuando la patrulla lo interceptó, el joven alegó que acababa de recibir la noticia de que su padre había tenido un infarto y por eso circulaba a gran velocidad. No obstante, los agentes comprobaron que, en esos momentos, el padre del chico estaba trabajando en la zona de Coruxo.
Cuando la patrulla se personó en el lugar de los hechos, identificó y detuvo a J.J.A.L., a quien le intervinieron hasta seis piedras de diferentes tamaños, que portaba en las manos y en los bolsillos del pantalón, y quien les manifestó que le apetecía romper cosas a pedradas. Asimismo, el detenido informó a los agentes de que había acudido al hospital Nicolás Peña porque estaba mal de la cabeza, pero que no le hicieron ni caso.
El hombre rompió con las piedras el cristal de una pala retroexcavadora, la luna de una farmacia, y la de una tintorería, todo ello en la calle Pi y Margall. Además, también fracturó un cartel luminoso del Banco Sabadell en la Plaza de Independencia, el cristal de la garita de entrada del Hospital Nicolás Peña, y el cartel luminoso del parking del Centro Comercial Camelias.
MAS DETENIDOS
Por otra parte, la Policía Local detuvo a un joven de 17 años de edad, R.I.G.D.C., como presunto autor del robo con fuerza de un vehículo, que sustrajo ayer en la calle Padre Seixas, tras haber forzado la cerradura y haberle hecho el puente. La policía lo persiguió por la zona de As Travesas hasta interceptarlo en la Gran Vía con la Carretera Provincial, donde el menor trató de huir a pie, pero fue finalmente detenido y se le intervino un cuchillo.
También detuvo a primera hora de la mañana a un joven de 23 años de edad, I.S.I., como presunto autor de un delito contra la seguridad del tráfico, ya que fue sorprendido tras saltarse varios semáforos en rojo en la calle Coruña, y circulando a gran velocidad por la Avenida de Beiramar, hasta alcanzar velocidades de hasta 120 kilómetros por hora.
Cuando la patrulla lo interceptó, el joven alegó que acababa de recibir la noticia de que su padre había tenido un infarto y por eso circulaba a gran velocidad. No obstante, los agentes comprobaron que, en esos momentos, el padre del chico estaba trabajando en la zona de Coruxo.
