Si el Camino Francés es el más utilizado por los miles de peregrinos que llegan a Santiago cada año, los 160 kilómetros que cruzan Galicia marcan el punto de inicio para la mayor parte de ellos. A la magia y el misticismo de esta tierra se une el paisaje y la gastronomía para hacer de este trayecto una experiencia que trasciende lo espiritual. Son 161 kilómetros desde O Cebreiro hasta Santiago -154 para los que escojan la ruta de San Xil- que se distribuyen en ocho etapas.
O Cebreiro-Triacastela
La primera etapa consta de 22 kilómetros y parte de O Cebreiro, una aldea de origen prerromano pertenece al concello de Pedrafita do Cebreiro y famosa por sus pallozas.
Triacastela-Sarria
Probablemente una de las etapas más bonitas de todo el Camino. Los bosque que se recorren durante todo el trayecto y la arquitectura popular deja una huella imborrable en el peregrino. En este tramo hay que elegir ahorrar unos kilómetros o acercarse hasta el monasterio benedictino de Samos.
Sarria-Portomarín
Saliendo de Sarria se atraviesan bosques autóctonos de carballos y se suceden los paisajes rurales de gran atractivo. Tras 22 kilómetros se llega a Portomarín, reconstruido en los años 60 pues el antiguo pueblo fue sepultado pro el embalse de Belesar.
Portomarín-Palas de Rei
Durante el recorrido de este tramo de 25 kilómetros nos cruzamos con el templo de Vilar de Donas. Es uno de los monumentos románicos más significativos de Galicia. Tiene planta baja de cruz latina con tres ábsides abovedados.
Palas de Rei-Melide
Viajamos por comarca de A Ulloa, inmortalizada por Emilia Pardo Bazán en Los pazos de Ulloa. En Melide el Camino Francés recibe a los peregrinos del Camino Primitivo.
Melide-Arzúa
Etapa corta de 14 kilómetros que concluye en Arzúa, donde confluyen los peregrinos procedentes del Camino del Norte.
Arzúa-Arca
Desde Arzúa afrontamos los últimos kilómetros del Camino: 38,7 en total. Hay quien apuesta por hacer la ruta restante en un solo día, pernoctando en el albergue del Monte do Gozo.
Arca-Santiago
Los últimos 20 kilómetros de recorrido nos llevan hasta la meta. En Monte do Gozo los peregrinos divisan por primera vez Santiago.