El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó la autoridad e independencia de criterio de los defensores del pueblo, a los que consideró decisivos frente a los abusos o descuidos de las administraciones.
En la clausura de las jornadas conmemorativas del vigésimo quinto aniversario de la Ley del Valedor do Pobo de Galicia, que se celebraron en el Parlamento de Galicia bajo el lema 'Creando un espacio para la defensa de los derechos', el máximo mandatario gallego celebró esta fecha como la historia de un éxito.
De hecho, ante los defensores de todas las autonomías españolas, reivindicó su figura como elemento de lucha contra el hecho de que, con el paso del tiempo, la democracia se fue alejando de los ciudadanos. Así, consideró especialmente decisiva la labor de estos comisionados en el actual momento de crisis, puesto que ésta produce desapego de las instituciones.
La lucha contra esa anomalía --el alejamiento-y su autoridad e independencia de criterio le hacen gozar de un gran reconocimiento social, ensalzó, y refirió también la figura del 'home bo' --hombre bueno-de la tradición rural gallega para considerarlo como un lejano pariente de los actuales altos comisionados, debido a que ejercía como mediador para buscar consejo y puente entre intereses enfrentados.
A mayores, en un discurso que en el que alternó el gallego y el castellano, el jefe del Ejecutivo gallego admitió que los defensores son incómodos para los responsables públicos, puesto que constituyen una ventana para las inquietudes de la ciudadanía.
Dicen que el poder convierte las ventanas en espejos. Enhorabuena y gracias por vuestra labor durante 25 años evitando que lo hagan, concluyó.
VALEDORES GALLEGOS
Por otra parte, Feijóo recordó los tres valedores rigurosos e independientes que ha tenido Galicia. Así, se refirió al fallecido José Cora y a José Ramón Vázquez Sandes, que se encontraba presente, para subrayar que dotaron a la institución del Valedor do Pobo de una gran auctoritas y que constituyeron una lección de bonhomía para la sociedad.
Así pues, 25 años más tarde, el líder del Gobierno gallego celebró que se equivocaron los escépticos que vieron en el Valedor do Pobo un adorno innecesario que podía suplirse desde el Parlamento o el propio sistema judicial y que también erraron los que temían que no se encontrasen hombres capaces de satisfacer las expectativas con un espíritu riguroso e independiente.
DERECHOS HUMANOS
La clausura de las jornadas también contó con la intervención del Valedor do Pobo, Benigno López, y del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica. Mientras que éste último ensalzó la importante misión de las defensorías de defender los derechos humanos y convertirlos en derechos fundamentales, el alto comisionado gallego apostó por hacer valer los derechos de los más vulnerables.
Si contribuimos a agrandar el espacio reservado para los derechos de las personas, me sentiré orgulloso, sostuvo, al tiempo que erigió a su institución en uno de los mayores estandartes democráticos.
Además, añadió que los defensores deben ser atizados, como los rescoldos de las 'cacharelas' --hogueras-de San Juan, para que se mantengan vivos, jóvenes y actualizados.
De hecho, ante los defensores de todas las autonomías españolas, reivindicó su figura como elemento de lucha contra el hecho de que, con el paso del tiempo, la democracia se fue alejando de los ciudadanos. Así, consideró especialmente decisiva la labor de estos comisionados en el actual momento de crisis, puesto que ésta produce desapego de las instituciones.
La lucha contra esa anomalía --el alejamiento-y su autoridad e independencia de criterio le hacen gozar de un gran reconocimiento social, ensalzó, y refirió también la figura del 'home bo' --hombre bueno-de la tradición rural gallega para considerarlo como un lejano pariente de los actuales altos comisionados, debido a que ejercía como mediador para buscar consejo y puente entre intereses enfrentados.
A mayores, en un discurso que en el que alternó el gallego y el castellano, el jefe del Ejecutivo gallego admitió que los defensores son incómodos para los responsables públicos, puesto que constituyen una ventana para las inquietudes de la ciudadanía.
Dicen que el poder convierte las ventanas en espejos. Enhorabuena y gracias por vuestra labor durante 25 años evitando que lo hagan, concluyó.
VALEDORES GALLEGOS
Por otra parte, Feijóo recordó los tres valedores rigurosos e independientes que ha tenido Galicia. Así, se refirió al fallecido José Cora y a José Ramón Vázquez Sandes, que se encontraba presente, para subrayar que dotaron a la institución del Valedor do Pobo de una gran auctoritas y que constituyeron una lección de bonhomía para la sociedad.
Así pues, 25 años más tarde, el líder del Gobierno gallego celebró que se equivocaron los escépticos que vieron en el Valedor do Pobo un adorno innecesario que podía suplirse desde el Parlamento o el propio sistema judicial y que también erraron los que temían que no se encontrasen hombres capaces de satisfacer las expectativas con un espíritu riguroso e independiente.
DERECHOS HUMANOS
La clausura de las jornadas también contó con la intervención del Valedor do Pobo, Benigno López, y del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica. Mientras que éste último ensalzó la importante misión de las defensorías de defender los derechos humanos y convertirlos en derechos fundamentales, el alto comisionado gallego apostó por hacer valer los derechos de los más vulnerables.
Si contribuimos a agrandar el espacio reservado para los derechos de las personas, me sentiré orgulloso, sostuvo, al tiempo que erigió a su institución en uno de los mayores estandartes democráticos.
Además, añadió que los defensores deben ser atizados, como los rescoldos de las 'cacharelas' --hogueras-de San Juan, para que se mantengan vivos, jóvenes y actualizados.