Más de 15.000 personas, según fuentes municipales, y alrededor de 20.000, según la organización, se manifestaron ayer por las calles de Vigo para pedir la liberación de los marineros secuestrados en el atunero vasco Alakrana.
Miles de personas se manifestaron en la tarde en Vigo para pedir la liberación de los marineros retenidos desde hace 37 días en el atunero vasco Alakrana, entre ellos ocho gallegos, en una marcha que se prolongó por espacio de una hora. La manifestación, que partió con una pertinaz lluvia de la Plaza de España, recorrió la Gran Vía hasta la Plaza de América, bajo el lema Liberad a nuestros marineros ya y carteles con mensajes como Chacón, solución ya, Nuestros marineros en casa ya o Garzón a Somalia.
Antonio, hermano de Pablo Costas, uno de los tripulantes secuestrados, afirmó que el apoyo de tanta gente es importante para las familias y una ayuda para que el Gobierno se dé cuenta de que aquí pasa algo gordo, porque esta movilización social ha contribuido a un cambio, remarcó. Mientras, Paulino Veiga, cocinero de relevo del buque, recalcó que este tipo de manifestaciones contribuyen a que el Gobierno agilice las cosas.
Participantes
En la marcha, que recorrió los dos kilómetros que separan la Plaza de España de la Plaza de América, participaron familiares de los marineros secuestrados, como Silvia Albés, mujer del marinero Pablo Costas, Cristina Blach, hija del patrón del barco, y otros familiares de marineros procedentes de los municipios coruñeses de Boiro y Ribeira y del pontevedrés de Valga.
También acudieron autoridades como el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda; la del Mar, Rosa Quintana; la diputada del PP Ana Pastor, el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, entre otros.
Al llegar al punto de conclusión de la marcha, Cristina Blach, leyó un manifiesto en el que pidió a los partidos políticos que no utilicen el secuestro del Alakrana para lanzar reproches y les solicitó la misma unidad que mueve a las familias de las 36 personas que están sufriendo. Pedimos a la Justicia que nos mire y sopese si el hecho de juzgar a dos personas no hará sino incrementar el sufrimiento de las víctimas, dijo, al tiempo que solicitó que los dos piratas somalíes retenidos en España regresen a su país.
Más esperanzada y tranquila, aunque esto es un sin vivir
Jesús Dacosta, hermano de Secundino Dacosta, marinero de Cangas embarcado en el atunero secuestrado, reconoció que la situación de los marineros ha mejorado un poco, pero dice que hasta que los liberen no estaré tranquilo. En la última llamada que Secundino hizo a casa trasladó a su mujer mucho miedo por los disparos de los piratas a bordo.
Encarna, la suegra de Secundino Dacosta, dijo que su familia está un poco más esperanzada y tranquila, tras la noticia de que los piratas habían subido al barco a los tres tripulantes que estaban en tierra. Esperemos que vaya a mejor y los traigan pronto a casa porque esto es un sin vivir.
El contramaestre del Alakrana, José Pérez Pérez, natural de Pobra do Caramiñal, tenía que embarcarse en este buque el próximo día 20 de noviembre con rumbo al Índico y asegura que cuando todo se resuelva está dispuesto a hacerlo. Hay que embarcar, qué le vamos a hacer, la cosa está muy jodida, pero es un oficio como otro cualquiera. Los que trabajan en la construcción también saben que se pueden caer, señaló.
Antonio, hermano de Pablo Costas, uno de los tripulantes secuestrados, afirmó que el apoyo de tanta gente es importante para las familias y una ayuda para que el Gobierno se dé cuenta de que aquí pasa algo gordo, porque esta movilización social ha contribuido a un cambio, remarcó. Mientras, Paulino Veiga, cocinero de relevo del buque, recalcó que este tipo de manifestaciones contribuyen a que el Gobierno agilice las cosas.
Participantes
En la marcha, que recorrió los dos kilómetros que separan la Plaza de España de la Plaza de América, participaron familiares de los marineros secuestrados, como Silvia Albés, mujer del marinero Pablo Costas, Cristina Blach, hija del patrón del barco, y otros familiares de marineros procedentes de los municipios coruñeses de Boiro y Ribeira y del pontevedrés de Valga.
También acudieron autoridades como el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda; la del Mar, Rosa Quintana; la diputada del PP Ana Pastor, el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, entre otros.
Al llegar al punto de conclusión de la marcha, Cristina Blach, leyó un manifiesto en el que pidió a los partidos políticos que no utilicen el secuestro del Alakrana para lanzar reproches y les solicitó la misma unidad que mueve a las familias de las 36 personas que están sufriendo. Pedimos a la Justicia que nos mire y sopese si el hecho de juzgar a dos personas no hará sino incrementar el sufrimiento de las víctimas, dijo, al tiempo que solicitó que los dos piratas somalíes retenidos en España regresen a su país.
Más esperanzada y tranquila, aunque esto es un sin vivir
Jesús Dacosta, hermano de Secundino Dacosta, marinero de Cangas embarcado en el atunero secuestrado, reconoció que la situación de los marineros ha mejorado un poco, pero dice que hasta que los liberen no estaré tranquilo. En la última llamada que Secundino hizo a casa trasladó a su mujer mucho miedo por los disparos de los piratas a bordo.
Encarna, la suegra de Secundino Dacosta, dijo que su familia está un poco más esperanzada y tranquila, tras la noticia de que los piratas habían subido al barco a los tres tripulantes que estaban en tierra. Esperemos que vaya a mejor y los traigan pronto a casa porque esto es un sin vivir.
El contramaestre del Alakrana, José Pérez Pérez, natural de Pobra do Caramiñal, tenía que embarcarse en este buque el próximo día 20 de noviembre con rumbo al Índico y asegura que cuando todo se resuelva está dispuesto a hacerlo. Hay que embarcar, qué le vamos a hacer, la cosa está muy jodida, pero es un oficio como otro cualquiera. Los que trabajan en la construcción también saben que se pueden caer, señaló.