OPERACIÓN POKEMON

El alcalde de Lugo se considera víctima de un 'linchamiento inmoral'

El alcalde de Lugo, Xosé Clemente López Orozco, se considera víctima de un "linchamiento inmoral, más propio de la inquisición que se una sociedad democrática".


Así se ha manifestado hoy en conferencia de prensa en la que ha insistido en que, por lo que se conoce del sumario de la Operación Pokemon, se ratifica "lo que ya se sabía", "que no hay pruebas y tampoco las puede haber, porque no existen".

En su opinión, las acusaciones contra él son "solo la palabra de un mentiroso que me quiere manchar con su basura", dijo el regidor local en alusión a uno de los socios-fundadores de la empresa Cechalva, concesionaria de la grúa en Lugo, José María Álvarez.

El alcalde insistió en que nadie más en el sumario dijo que hubiese recibido dinero "al contrario, lo negaron".

En relación con Francisco Liñares, que fue concejal bajo su mandato, y sobre lo que figura en la investigación de la jueza, dijo: "Ese no es el Paco que yo conocí" y que se ha llevado con esta persona "una decepción muy grande".

El alcalde afirmó que si lo que conocemos hoy "hubiese salido el día" en el que se conoció "el primer fascículo" del sumario, se hubiese ahorrado "mucho sufrimiento" innecesario, porque el levantamiento de la reserva sobre la causa ha venido a corroborar lo que él mismo dijo "hace un año", que es "inocente".

Para López Orozco, "va llegando el momento de que algunos vayan pidiendo perdón por lo dijeron de mí", mientras que agradeció "el apoyo de los vecinos de Lugo" durante "unos meses que fueron duros".

De hecho, afirmó que "la vida del Ayuntamiento de Lugo continúa", como "también va a continuar el trabajo de este equipo de gobierno", porque el alcalde está en su cargo por una "auténtica vocación" de "servir a los lucenses" desde "la transparencia" y "nunca va a aprovechar su cargo para un enriquecimiento personal".

Con respecto a la situación procesal del que fuera concejal de Economía y Urbanismo de Lugo, Francisco Fernández Liñares, el alcalde siguió apelando a la presunción de inocencia pero, a raíz de sus declaraciones ante la jueza instructora, reconoció que siente "una decepción muy grande".

"El chasco va en aumento, a medida que se van conociendo las palabras del señor Liñares", reconoció el alcalde, quien también dijo que "ese Paco no es el Paco que yo conocí".

En todo caso, aunque reconoció que se siente responsable por lo sucedido, también matizó que hay una serie "de luces rojas" en el Ayuntamiento de Lugo, "independientes de la política" que quizás "se tendrían que haber encendido" ante lo que supuestamente sucedía y que, a partir de ahora "es necesario mejorar".

Por otra parte, expresó su deseo de que "la Justicia sea igual para todos" y recordó que en el sumario también se menciona, en las conversaciones del delegado de Vendex en Galicia, José María Tutor, al "señor -José Manuel- Barreiro", presidente del PP en Lugo, al que supuestamente apodan los miembros de la trama como "El Chino".

En ese sentido, se preguntó si por parte de la Justicia "no lo van a llamar" y no le van "a preguntar algo" sobre "lo que pudo pasar ahí", o "incluso al señor -Jaime- Castiñeira".

En todo caso, en relación con la instrucción de la causa, precisó que el alcalde de Lugo "tiene que respetar a las instituciones y a las personas que las representan", más allá de que tenga sus propias "opiniones personales".

El alcalde también fue cuestionado por una parte de su declaración en la que le confesó a la jueza instructora que el actual iba a ser su último mandato en el Ayuntamiento de Lugo, pero no llegó a aclarar nada su postura.

Recordó que esa declaración tuvo lugar en noviembre de 2012 y desde entonces "mire lo que llovió".

"Tengo un objetivo, que Elena Valenciano gane las elecciones europeas", dijo el alcalde, e instó a los periodistas a que, superado ese proceso electoral, le vuelvan a preguntar si va a presentarse o no a la reelección como alcalde.

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