Dice que tienen agua y víveres y está ‘prácticamente seguro’ de que los tres compañeros desembarcados están en el atunero, aunque no los vio

El patrón del 'Alakrana' dice que mejoró ‘un poco’ la situación a bordo pero urge la extradición de los piratas

El patrón del 'Alakrana', Ricardo Blach.
El patrón del 'Alakrana', Ricardo Blach, aseguró que las condiciones a bordo del atunero que lleva 39 días secuestrado en aguas somalíes han mejorado ‘un poco’ y han disminuido las ‘agresiones y vejaciones’ a las que son sometidos los 36 tripulantes desde que se sabe que el Gobierno español estudia la posibilidad de extraditar a los dos piratas que permanecen detenidos en España, pero urgió a que se adopte esta medida.
‘Ellos saben lo mismo que nosotros, se han quedado contentos con ver que van a enviar a sus compañeros para aquí y por eso han dejado de maltratarnos de momento, pero probablemente si la Audiencia Nacional dice que los piratas no vienen para aquí, empezarán a matarnos’, alertó Ricardo Blach. ‘Suplico a las instituciones y al Gobierno que nos manden a los piratas para poder salir de este infierno’, reiteró.

Ricardo Blach, de 59 años de edad y natural del municipio pontevedrés de Baiona, explicó que el armador del 'Alakrana' los llamó ‘muy temprano’ desde Nairobi para decirles que, tras la reunión entre el primer ministro de Somalia y del embajador de España, se estudia la posibilidad de extraditar a los piratas detenidos en España.

‘La noticia nos ha venido de maravilla’, confesó, porque así ‘han dejado por el momento los abusos, las palizas, los malos tratos y la agresividad terrible que tienen porque están todo el día drogados’.

No obstante, pese a que reconoció que la situación ‘parece más tranquila’, advirtió de que aún la pasada noche empezaron a disparar con una ametralladora porque ‘había arrancado un motor auxiliar y como era un sonido desconocido para ellos pensaban que era un avión’.

AGUA Y VIVERES


Los tripulantes han pedido a los ‘sobre 30 piratas’ que están a bordo del 'Alakrana' que dejen de tirar agua potable por la borda ‘y parece que lo respetan’. Además, Ricardo Blach aseguró que tienen víveres, pero insistió en que ‘las instituciones tienen que ponerse de acuerdo y que vengan para aquí los piratas’. ‘Si no, lo vamos a pasar muy mal’ alertó.

En relación a los tres tripulantes que la semana pasada fueron desembarcados, el patrón del 'Alakrana' dijo que está ‘prácticamente seguro’ de que están a bordo del atunero, pero no le han permitido verlos. ‘Los piratas nos dicen: esos que están en tierra están mejor y no quieren volver. Nosotros les seguimos el juego’, relató, pero reafirmó que ‘casi con seguridad están a bordo’ Patxi Valdés, primer oficial del buque; Antonio Manuel Pérez, electricista, y natural Boiro (A Coruña); y Joaquín Fernández, de Nigrán (Pontevedra).

Ricardo Blach tuvo durante la jornada la oportunidad de hablar con sus familiares en Baiona porque, aunque los piratas no le permitían llamar, mientras hablaba con un medio de comunicación, consiguió distraer la atención de los captores y pudo llamar a su familia ‘parea tranquilizarlos un poco’.

REUNIÓN DE FAMILIARES CON FEIJÓO

Por otra parte, una docena de familiares de los tripulantes del 'Alakrana' mantuvieron este lunes una reunión con la comisión de seguimiento de la Xunta, liderada por el presidente, Alberto Núñez Feijóo, que se prolongó durante casi dos horas.

A la reunión asistieron representantes de todas las familias de los marineros retenidos, con la única excepción de los allegados de Joaquín Fernández, uno de los que fue trasladado a tierra y posteriormente devuelto al barco. Su mujer, Belén Costas, ya avanzó ayer su intención de no asistir a esta cita.

Por la parte institucional, también destacó la ausencia del conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, quien debía participar en la inauguración del congreso de la Federación gallega de Servicios Públicos de UGT.

No obstante, estuvieron presentes la conselleira do Mar, Rosa Quintana; el secretario xeral do Mar, Francisco José Vidal-Pardo; la secretaria xeral de Familia e Benestar, Susana López Abella; y el director xeral del Gabinete de la Presidencia, Alvaro Pérez.

Tras una hora y media de reunión, el presidente de la Xunta abandonó el recinto de San Caetano, aunque la salida de los familiares se retrasó debido a que, según informaron fuentes de la Administración gallega, se encontraban ‘hablando entre ellos’.

Media hora más tarde, dejaron las dependencias del Gobierno gallego con rictus serio y declinaron hacer declaraciones a los medios, algo que también rechazó Alberto Núñez Feijóo por ‘respeto’ a la decisión de los familiares.

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