El director del penal, que califica de ‘simplista’ el plan de fuga, asegura que ambos internos serán aislados y sometidos al dictamen de la junta de tratamiento

Los presos querían fugarse por el tejado de A Lama

El director de A Lama, Gómez Novoa.
El intento de fuga frustrado de dos presos de la cárcel pontevedresa de A Lama desató las alarmas en la prisión. Los internos que serraron los barrotes pretendían huir hasta el tejado por ser una zona libre de cámaras. El director del penal señaló que los presos nunca habrían conseguido huir.
Los dos internos que trataron de fugarse de la cárcel de A Lama serán aislados. Así lo confirmó ayer José Antonio Gómez, director del centro penitenciario, quien además corroboró que los planes de los reclusos se vieron frustrados gracias a que varios funcionarios detectaron que los barrotes de su celda habían sido forzados. En declaraciones a Efe, Gómez calificó de ‘simplista’ el plan de fuga diseñado por los dos jóvenes internos, ambos de 20 años de edad y de nacionalidad española, si bien agradeció la labor desempeñada por los empleados de la cárcel. Durante la tarde del domingo, y durante un cacheo, los funcionarios se percataron de los que los barrotes de la celda del módulo convivencial 13 habían sido serrados y posteriormente colocados de forma disimulada en su lugar de origen. ‘Hacer esto no significa nada, porque un centro de alta seguridad tiene una alta intensidad en vigilancia, numerosos elementos de seguridad y muros difíciles de sortear’, relató el director de A Lama. Los dos internos pretendían fugarse por un estrecho hueco para, después, saltar al tejado del módulo de aislamiento y acceder a una zona que ‘ellos suponían que se encontraba fuera del control de la vigilancia del centro’. Pero se equivocaron’, dijo Gómez, ya que ‘sólo habrían acabado en otra zona del centro. No es fácil salir de aquí’, declaró Gómez, quien recordó que éste ‘es el primer caso convencional -de fuga registrado desde la apertura de este centro. Hubo otro intento en la enfermería, aunque en diferentes condiciones’, relató. También indicó que los dos reclusos habían ingresado en 2009 y tenían menos de cuatro años de condena. Que se trata, por tanto, de internos primarios y no considerados de peligrosidad. ‘Ahora serán aislados y la junta de tratamiento buscará una actuación en consecuencia con lo sucedido’, relató el director del centro. Los dos reclusos pertenecían a un módulo denominado de convivencia, con normas diferentes a los módulos convencionales.

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