El vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, defendió el ejercicio de transparencia que practica el Gobierno bipartito como antídoto contra la demagogia del PP, que acusó al presidente del Ejecutivo autonómico, Emilio Pérez Touriño, de haber gastado cerca de dos millones de euros en la reforma de su despacho.
En una entrevista en La 1, Quintana asumió que los poderes públicos tienen la obligación democrática de hacer un uso racional y austero de los recursos y que, para esta acción, es necesaria la transparencia, pero advirtió de que el PP en su labor de control ha sido demagógico puesto que la obra que denunciaron afecta a todo el edificio y no a una sola dependencia.
Contra la demagogia, el número dos del Gobierno gallego propuso que los ciudadanos sepan lo que se hace, y de ahí que se enseñen los planos y las cuentas de la obra --como hizo ayer el secretario xeral de Presidencia, Gumersindo Guinarte ante la prensa--. En este sentido, Quintana recordó que los 1,6 millones de euros que se gastaron en las reformas se destinaron a la remodelación de todo el edificio y no al despacho de Touriño --un 10 por ciento del la remodelación, según la Xunta--.
Asimismo, el dirigente autonómico recalcó que la documentación sobre estas obras ya fue reclamada por el PP en el Parlamento gallego cuando se ejecutaron, en diciembre de 2005.
Al hilo de esta cuestión demagógica de la labor de la oposición, Quintana recordó que en la sesión parlamentaria del pasado viernes, en la que compareció para explicar los presupuestos de la Vicepresidencia de la Xunta, él mismo invitó a los diputados del PPdeG a comprobar que en su vehículo no había ningún minibar en el maletero, de lo que había sido acusado en el Pleno de esa semana por los 'populares'.
El político nacionalista recordó que tras la comisión parlamentaria mostró su coche oficial a los periodistas, en cuyo maletero había sólo una nevera portátil que costó 15 euros y no una nevera de 6.000 euros, como había acusado el PPdeG.
RUPTURA UPN Y PP
Por otro lado, el responsable autonómico aseguró durante la entrevista que la ruptura entre UPN y el PP es una buena demostración de que en las fuerzas políticas estatales no existe la pluralidad y de que, cuando ésta aparece, también lo hace la disputa y el conflicto.
A este respecto, consideró hipócrita que se se ponga como ejemplo de democracia avanzada y responsable la americana, en la que cada diputado negocia en función de sus electores, mientras que en España se cuestione que una fuerza nacionalista pacte con una estatal y se tachen estos acuerdos de chantajes.
En este sentido, se refirió también al pacto entre el BNG y el Gobierno central por el que los nacionalistas apoyan los Presupuestos Generales del Estado y destacó que responde a la responsabilidad de la formación frentista, lo que redunda en la autoestima de los gallegos porque la comunidad está presente en la política con mayúsculas.
Sobre este extremo, reiteró que el Bloque con sólo dos diputados fue capaz de negociar y dialogar unas cuentas para beneficiar a Galicia, mientras que los diputados gallegos del PP y el PSOE partían con posiciones predeterminadas y fijadas desde sus partidos en Madrid. De ahí, que defendiese que el Bloque es la única fuerza que representa a los gallegos con autonomía para negociar. Resulta muy difícil explicar que el BNG sea capaz de mejorar los presupuestos con dos diputados y que el PP con 11 diputados gallegos no pueda conseguirlo, por eso la posición del Bloque está bien vista por miles de votantes del PP, juzgó.
CRISIS Y ESTABILIDAD BIPARTITO
En cuanto a la crisis, Quintana reiteró que se trata del fin de una economía de negocio express y apostó por la economía productiva. Entre otras recetas, propuso que el sistema financiero se ponga al servicio de los ciudadanos.
Así, preguntado sobre el rechazo del presidente de la Xunta a aprobar una ley de cajas en la actual coyuntura económica, Quintana volvió a respaldar la necesidad de que Galicia cuente con una normativa en este ámbito para que sirva para coordinar las actuaciones del Gobierno y de las entidades bancarias para que trabajen en favor de la economía en el trabajo. Para eso es necesario una ley.
Finalmente, resaltó la estabilidad del Gobierno bipartito de la Xunta formado por dos fuerzas políticas, socialistas y nacionalistas, a las que esta fórmula les ha funcionado racionalmente bien y contrapuso esta experiencia positiva con los 'populares' que no se relacionan ni entienden con nadie.
Contra la demagogia, el número dos del Gobierno gallego propuso que los ciudadanos sepan lo que se hace, y de ahí que se enseñen los planos y las cuentas de la obra --como hizo ayer el secretario xeral de Presidencia, Gumersindo Guinarte ante la prensa--. En este sentido, Quintana recordó que los 1,6 millones de euros que se gastaron en las reformas se destinaron a la remodelación de todo el edificio y no al despacho de Touriño --un 10 por ciento del la remodelación, según la Xunta--.
Asimismo, el dirigente autonómico recalcó que la documentación sobre estas obras ya fue reclamada por el PP en el Parlamento gallego cuando se ejecutaron, en diciembre de 2005.
Al hilo de esta cuestión demagógica de la labor de la oposición, Quintana recordó que en la sesión parlamentaria del pasado viernes, en la que compareció para explicar los presupuestos de la Vicepresidencia de la Xunta, él mismo invitó a los diputados del PPdeG a comprobar que en su vehículo no había ningún minibar en el maletero, de lo que había sido acusado en el Pleno de esa semana por los 'populares'.
El político nacionalista recordó que tras la comisión parlamentaria mostró su coche oficial a los periodistas, en cuyo maletero había sólo una nevera portátil que costó 15 euros y no una nevera de 6.000 euros, como había acusado el PPdeG.
RUPTURA UPN Y PP
Por otro lado, el responsable autonómico aseguró durante la entrevista que la ruptura entre UPN y el PP es una buena demostración de que en las fuerzas políticas estatales no existe la pluralidad y de que, cuando ésta aparece, también lo hace la disputa y el conflicto.
A este respecto, consideró hipócrita que se se ponga como ejemplo de democracia avanzada y responsable la americana, en la que cada diputado negocia en función de sus electores, mientras que en España se cuestione que una fuerza nacionalista pacte con una estatal y se tachen estos acuerdos de chantajes.
En este sentido, se refirió también al pacto entre el BNG y el Gobierno central por el que los nacionalistas apoyan los Presupuestos Generales del Estado y destacó que responde a la responsabilidad de la formación frentista, lo que redunda en la autoestima de los gallegos porque la comunidad está presente en la política con mayúsculas.
Sobre este extremo, reiteró que el Bloque con sólo dos diputados fue capaz de negociar y dialogar unas cuentas para beneficiar a Galicia, mientras que los diputados gallegos del PP y el PSOE partían con posiciones predeterminadas y fijadas desde sus partidos en Madrid. De ahí, que defendiese que el Bloque es la única fuerza que representa a los gallegos con autonomía para negociar. Resulta muy difícil explicar que el BNG sea capaz de mejorar los presupuestos con dos diputados y que el PP con 11 diputados gallegos no pueda conseguirlo, por eso la posición del Bloque está bien vista por miles de votantes del PP, juzgó.
CRISIS Y ESTABILIDAD BIPARTITO
En cuanto a la crisis, Quintana reiteró que se trata del fin de una economía de negocio express y apostó por la economía productiva. Entre otras recetas, propuso que el sistema financiero se ponga al servicio de los ciudadanos.
Así, preguntado sobre el rechazo del presidente de la Xunta a aprobar una ley de cajas en la actual coyuntura económica, Quintana volvió a respaldar la necesidad de que Galicia cuente con una normativa en este ámbito para que sirva para coordinar las actuaciones del Gobierno y de las entidades bancarias para que trabajen en favor de la economía en el trabajo. Para eso es necesario una ley.
Finalmente, resaltó la estabilidad del Gobierno bipartito de la Xunta formado por dos fuerzas políticas, socialistas y nacionalistas, a las que esta fórmula les ha funcionado racionalmente bien y contrapuso esta experiencia positiva con los 'populares' que no se relacionan ni entienden con nadie.