Los restos del Alvia siniestrado el 24 de julio de 2013 en la capital gallega, conducidos a una nave de Padrón (A Coruña), siguen motivando la visita de curiosos, pese a que se encuentran en una zona que no es accesible y cuya visibilidad es muy reducida. El Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago dejó para la custodia de Renfe los restos del tren ante la imposibilidad, por razones de servicio, de que la Policía Nacional pueda continuar con esta tarea y una vez verificado ya el 'reconocimiento de los mismos por los peritos actuantes en la presente causa'.
El juez instructor Luis Aláez, que consagra sus días de forma concienzuda a este caso, ha seguido desde un inicio una línea de investigación que apuntaba a una causa múltiple y no únicamente al despiste de una persona que relevó a otro compañero en Ourense y perdió el control tras atender una llamada del interventor de a bordo.
